viernes, 27 de mayo de 2016

LO QUE PASA POR NO ESTUDIAR

Voy a empezar con los cuentos infantiles, aunque este relato no tiene nada de infantil. Había una vez un pequeño puebo, de no más de 50,000 habitantes, donde existían todo los servicios, había una escuelas y el nivel más elevado que se podía estudiar era la preparatoria. Si quería uno seguir estudiando se debería ir hasta la ciudad que quedaba como a 650 Km. Así que pocos eran los que continúaban los estudios. Yo, fuí uno de ellos. Pero como los trabajos que habían disponibles ninguno me llenaba el ojo, pues me deqique a lo que más me gustaba a vagar por la ciudad y acudir a el área donde había las mujeres más hermosas, y algunas no eran tan muejeres, del pueblo. El negocio de diversión era el más extenido ya que había varias industrias que contrataban empleados de otras poblaciones, así que desde el jueves, vierne y sabado el ambiente era muy guapachoso. Yo había terminado la preparatoria, creo yo porque el director ya no me quería tener en la escuela. Era lo que se llama un tremendo travieso, que ha todos, sin excepción los hacía víctimas de las mismas, llamese alumno, alumnas o profesores. En una ocasión, conseguí que un amigo, que tenía una grúa, subiera la techo de la escuela el automovil de director, ya se imaginaran todo el revuelo que causó esto y como yo no había sido directamente, no me pudieron expulsar. Así que cuando terminé la escuela, me aburría y entonces me empecé a reunirme con un grupo de compañeros, algunos mayores de edad, para seguir mi vida de crápula, y hacer lo que más me gustaba: cogerme a cuanta mujer se me topaba en mi camino y si era por el culo mejor, y tomar hasta casi perder el sentido. Con este grupo se me permitía lograr todas la aspiraciones que tenía hasta ese momento. Era un tipo alto, de tez blanca, con un cuerpo no atlético, por con lo suficiente para emocionar a cualquier mujer, así como lo que más les gusta a la mujeres, con tremendas nalgas, es más cuando me veía en el espejo del baño, cuando estaba desnudo, me producían excitación el ver mis nalgas, así que me las acariciaba y me gustaba consentirlas con bastante crema humectante, ese rea mi vicio, después de cada baño me pondía toda la crema que podía en esas turgentes y apetecibles nalgas. Mis amigos me decía que tenía un precioso culo de mujer y es más así me decía de apodo: "el culo de mujer bonita". Un día que salimos de cacería, así decíamos cuando buscabamos mujere para coger, un amigo y yo, a este le decíamos el burro y no precisamente por ignorante, era dueño de tremenda macana, la cual sabía utilizar muy bien. Así que fuímos a la calle del pecado. En una acera estaban las hermosas mujeres y en la acera de enfrente estaban las mujeres, que digamos, tenía algo extra. Cuando llegamos, "el burro" se dirijió hacia la acera de las preciosas mujeres con algo extra. Le dije: - Oye, burro ¿creo que te equivocaste de acera?, me contesta: - No. mi Juanito, aquí estan las verdaderas hembra calientes, Ud no se me arrugue y venga conmigo que le voy a presentar las más buenas y calientes viejas que hay en esta calle. Dicho esto, se acerca a dos mujeres, las más buenas que había visto, ellas al ver al "burro" lo abrazaron y lo colmaron de besos y caricias. Voltea y me mira y dice: - Miren, les presento a mi amigo Juanito, y no crean que es Juanito porque lo tiene chiquito, no, tiene tremenda verga pero no se me compara con la mía, haber Juanito acérquese, no se timido, ya les dije a mis amigas las armas que porta y lo quieren conocer. Me acerco, más que con timidez con miedo de que alguien nos viera con esas mujeres, que como dicen tienen algo extra y lo saben usar muy bien. Les digo: Hola, ¿Como estan señoritas?. Se sueltan riendo y le dicen al "burro", -Oye a tu amigo, nos confunde con señoritas. Mientras lo decían al unísono, una se me acerca y me da tremendo abrazo, con una mano me atráe hacia ella y con la otra mano libre se prende de mi verga, que por ver a tanta belleza, ya empezaba a despertar, y me planta intenso beso, con su lengua me abre la boca y se pone a juguetear con mi lengua, fue un beso penetrante, diría yo muy penetrante pues sentí como su lengua me penetraba hasta la garganta, y muy cachondo, que junto con la acariciada de mi verga, esta se puso muy tiesa, pero no en todo su explendor. Entonces se voltea y le dice al "burro"- Pues si no la tiene del tamaño de la tuya, en grosor te sobrepasa. El burro le contesta, algo molesto: -Mira preciosa, eso no lo sabras hasta que la tengas adentro. Eso me sorprendió, y me acerco al oido del "burro" y le digo: ¿cómo, que nos vamos a ir con ella? - Claro, mi buen Juanito, esta noche sabras lo que es cogerte una mujer que sabe tus gustos. Dicho esto, nos fuímos caminando, rumbo al departamento de ellas, ya que quedaba cerca. A mi tocó, como pareja, a una tremeda mujer, morena, con el pelo ensorijado, suelto y que le llagaba hasta los hombros, detenido con una diadema, traía poco maquillaje, una boca con labios gruesos, pero naturales, y que los abría cuando hablaba como pidiendo verga, sus dientes blancos y parejos, se notaba un buen trabajo de ortodoncia, orejas pequeñas, donde colgaban tremendas arracadas, un cuello delgado, estilizado, unos hombros estrechos, descubiertos apenas por una blusa blanca transparente que dejaba ver unos tremendos pechos, turgentes con unos pezones erectos y gruesos, con una areolas muy obscuras que se notaban y contrastaban con la tela blanca de la blusa, una minifalfa roja con un cinturón grueso y gran hebilla, que ahcía más aparente su delgada cintura, que contrastaban con esas caderas tan grandes y rematadas por unas nalgas redondas, grandísimas, que casi rompían la minifalda de tran grandes que estaban. Usaba también, unas medías blancas, con un liguero blanco y con lo que se fijaban las medias decía la palabra sexy, con unas zapatillas de plástico transparente, con una plataforma y que cada vez que caminaba se encencía una lucesita y las hacía verse se color rojo. Su voz era cantarina, en nada se parecía a la de su compañera, que era de tonos agudos, su risa era muy alegre y contgiosa. Para poderla admirar le dije que se adelantara y así puede ver en todo su explendor esas nalgas preciosas, era todo un señor culo. Mientras caminaba, en mi verga se iba notando los efetos de tal visión, que cuando llegamos al departamente sentía que de mi verga ya salía líquido preseminal. Al entrar a su departamente, nos dijeron el par de embraz que nos pusiéramos comodos, y que no esperáramos un momento que ellas también se iban a ponder comodas. Veo al "burro" que inmediatamente se desnuda. Yo lo véo atónito, lo que esta haciendo. Él se voltea y me dice: -Vamos amigo desnudate, porque la diversión pronto va a comenzar. Como autómata me desnudo, pero por pudor me dejo mi trusa, y para acabrala era de un estampado de corazocitos rojos con fondo blanco, habían sido un regalo de una de tantas mujeres que ahbía tenido en mi cama, me lo regaló cuando fuímos a coger un 14 de febrero. Hay que hacer notar que la cabeza de mi verga sobresalí del elástico de la trusa, y también se me olvidó quitarme los calcetines, que no estaban como siempre rotos de la punta. Llegan las dos muñecas, y únicamente les cubrían unas tangas de hilo dental. Me aproximo al "burro" y le vuelvo a decir al oído: - Oye burro, ¿A donde quedó el extra que dicen que tienen, yo no les noto nada?, - Espérate amigo, deja que empieze la fiesta y te arrepentiras de haber hecho esa pregunta. En eso estabamos, cuando ellas se aproxíma y la morena, que se llamaba Petra, me dice y que tu coges con trusa o te la quitas, y terminando de decir eso, con una rapidez vertiginosa me quita de un sólo movimiento la trusa y deja al aire mi orgullo, un mastil no muy largo pero si gruseo, surcado por grandes venas que le daban aspecto de un tronco surcado por las arrugas de la corteza, y que palpitaba. Me dice: - Papacito, que hermosa verga tienes, me voy a dar un verdadero banquete, espero no decepcionarte. Dicho esto se hinca y con las dos manos, me toma mi verga, y le jala el pellejo que lo cubría y me lo empieza a mamar, con una fuerza y maestría que siento que casi se me sale el cerebro por ahí. Entonces voltea hacia arriba y mirandome a los ojos me dice: -Papacito, ha crecido tanto que creo que no me la voy a poder metermela toda en la boca, en la posición en que estoy. Me jala y me arrastra hacia la recámara. Cuando paso a un lado del "burro" ve que esta con su poderosa arma bien tiesa, enórme y viendo para el cielo mientras su pareja se la acariciaba con las dos manos y apenas podía meter su cabezota en su boca. Entonces le digo al "burro": - Provecho hermano, espero que te la pases muy bien. Nada más alcanzó a contestar: - Gracias hermano, igualmente. Llegamos a la recámara y Petra se acuesta en la cama, sobre su espalda y con la cabeza a la orilla de la cama, deja colgar su cabeza. En esta posición toma mi verga y la empieza a devorar como una boa devora a su presa, metiedosela poc a poco hasta llegar con sus labios a tocarme los vellos púbicos. No supe bien como estaba maniobrando con mi tremendo garrote en su boca y garganta, pero los efectos los empecé a sentir inmediatamente. Sentía como si estubiera mi verga dentro de algun aparato succionador, que casi me jalara el cerebos y por ahí se me fuera a salir. Así estuvo un buen tiempo, y cada vez que sentía que me iba a venir, y soltarle toda mi leche en su boca, ella tomaba mi verga y me la apretaba en un forma especial que me quitaba la sensación de eyacular. Hasta que llegó un momento en que le retiro sus manos, de mi verga, y me dejo llevar por las emociones y empiezo a descarga mi leche en su boca, esto parecería una señal y entonces sus mamadas fueron más enérgicas y empezó a tragar toda la leche que le llegaba y sin desperdiciar una gota, toda se la tragó. Siguió mamándome la verga y proporcionádome muy placer indescriptible hasta que se puso flácida. Fue cuando me dijo, que a ella la llamaban: -Petra la mamadora, que hasta ahora no había habido verga que no la hubiera poodido mamar, por más grande y gruesa que la tuvieran. Descansamos un rato, mientras otra vez se poné mi verga lista para un nuevo ataque. Se acostó dejando su gran culo al aire, fue cuando empecé a besarselo, chuparlo y morderlo. Le hice a un lado el hilo dental y me baje a darle una magistral mamada del culo, sabía que sabía dulce y olía a perfume, para eso era un señor experto, pues ya había mamado y cogido cuanto culo se me había puesto enfrente. Pero ninguno había sido como el que tenía en mi boca. Empecé a meterle mi lengua en su culo, como si la estuviera penetrando con ella. De su boca salieron quejidos de excitación, palabras de aliento y por último insulto:- ¡Cabrón, que buena mamada me estas haciendo!, ¡Pinchi puto, sigueme metiendo tu lengua!, ¡hay pendejo como me la chupas!, ¡Siguele, así, así, no pares!. Cuando pare de chuparle, morderle y meterl la lengua en el culo, explotó diciendo: ¡Cabrón, no pares sigue, me lo estas haciendo muy rico!, le callo la boca cuando empiezo a juguetear con su ojete, con mis dedos, le metí uno por uno hasta tenerle los cuatro dedos dentro de su recto, y después con el dedo índice se lo meto lo más profundo que puedoy le acaricio su prostata, su punto P, fue cuando ya no aguantó más y empezó a venirse en forma ruidosa. Después que termina, voltea y : - Mi amor, que rica cogida me diste con tu mano, ahora quiero que me metas esa verga gorda que tienes, en mi apretado culo, que como vez pocos lo han tenido, por eso soy Petra la mamadora. Se aproxima a mi y me da un beso de lo más cachondo, su lengua juguetea con la mia y me hace volver otra vez ponerme con la verga lista para el siguiente episodio, me la acaricia con gran maestría, con sus manos, y luego como no queriendo la cosa toma una de mis manos y la lleva directamente a su armamento, y me la guía para que se la acaricie. Nunca había tocado otra verga que no fuera la mía, así que la sentí extraña, quise retirar mi mano, peor tenía gran fuerza en sus manos y evitó que la retirara. Así que no tuve más remedio que masturbarla por un rato. Entonces abrió su boca sensual: Mira Juanito, yo te mamé tu verga, ahora tendras que pagar el favor, no creas que todo es gratis. Se sienta a orilla de la cama y me obliga a hincarme y con sus manos atrae mi cabeza hacia su verga, que estaba muy tieza, y al fijarme y observala bien me pareció hermosa, la olí y me dió la impresión que olía igual que su culo, estaba circuncidada, así que se veía su cabeza, que como digo me pareció hermosa. Pero aun así no me animaba a colocar mis labios en ella. Estuvimos un tiempo, ella intentando acercarme mi boca a su verga y yo rechazandola.
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miércoles, 25 de mayo de 2016

paño de lagrimas

Mi nombre es Juan y esto me paso hace algún tiempo cuando vine a Madrid a vivir por estudios. Era mi segundo año aquí y me seguía costando mucho hacer amistades. Siempre he sido muy retraído y tímido. El segundo año empecé a compartir piso con unos compañeros que conocí en la universidad el primer año. Mi primer año de universidad no fue muy fácil. Me lo pase estudiando y echando mucho de menos a mi novia que se quedo en el pueblo en el que nacimos. Llevábamos juntos desde los 14 y era el amor de mi vida...o eso pensaba yo. Al empezar el segundo curso ella me dejó. No soportaba la distancia y tampoco se quería venir a Madrid conmigo. Ese verano había estado muy distante conmigo y además yo debí estudiar para recuperar dos asignaturas que finalmente logré recuperar y así empezar segundo curso totalmente limpio. El caso es que un martes de noviembre recibí una llamada de mi aun novia diciéndome que no soportaba mas estar así y que había conocido a alguien. Destrozado colgué el teléfono jurando a mi mismo no volver al pueblo nunca más. Los días pasaban y aunque mis compañeros de piso me veían algo destrozado e intentaban ayudarme yo me encerré cada vez más en mi mismo. Una semana después, al entrar al portal me encontré con mi vecina. Susana, de la que había oído hablar a mis compañeros por su cuerpo espectacular, su altura y su largo pelo negro, estaba ante mi cargada de bolsas. - Eh....hola... ¿puedo ayudar?- dije entrecortado al verla. -Ay si gracias guapo. Tengo las manos que ni las siento.- contestó ella. Yo me acerqué y cogí algunas de sus bolsas mientras sonreía tímido. Subimos en el ascensor. Yo miraba al suelo con timidez mientras de reojo miraba sus largas piernas acentuadas por la minifalda amarilla. Al llegar a su piso hice amago de dejar las bolsas en la puerta pero se empeño que entrara porque lo menos que decía que podía hacer era invitarme a tomar una coca-cola. Estuvimos charlando, aunque más que nada me hizo un interrogatorio. Yo contestaba tímido pero cada vez cogiendo mas confianza. Aquella muchacha que tenia un encanto especial sabia como hacer que me soltara y acabe contándole lo destrozado que estaba por mi ruptura. Me contó que ella había pasado por algo similar. Así se me pasó el tiempo hasta que recibí un wasap de un compañero de piso que donde me metía. Me fui de casa de Susana con la promesa de pasarme alguna tarde a seguir charlando y así fue. Alguna que otra tarde me pasaba con un par de cafés del Starbucks cercano y echaba allí media tarde charlando con ella. Me sentía muy bien con ella. Un viernes por la tarde mientras estaba en el piso solo, me metí a internet a cotillear facebook, No debí hacerlo porque vi a mi ex con mi mejor amigo besándose en la foto de perfil. Me metí en las fotos y vi un montón de fotos de los dos. Era él quien había conocido. Me había dejado por mi amigo. Aquello me hundió más y más. No podía soportarlo. Estaba apunto de hacer una locura. Me senté en la cama. Todo tipo de locuras se me pasaron por la cabeza. Decidí bajar a contarle y desahogarme con mi nueva amiga. Aquella que se había convertido en apenas dos semanas en mi paño de lágrimas. Llamé a su puerta y me abrió en ropa de andar por casa algo sugerente. Un vestido de tela algo corto y escotado. Se notaba que iba sin sujetador. -Su...Susana....dije con voz temblorosa.- ¿estas ocupada? -Claro que no peque, pasa.- dijo haciéndome entrar. Me hizo sentar en el sofá y me trajo un poleo. Tras escucharme y darme ánimos me dijo que iban a venir dos amigas a pasar la noche juntas. Que verían la televisión, jugarían a cosas, pedirían pizza, que me quedará con ellas y así no estaría solo en casa dando vueltas a todo. Yo no quería molestar, y además le puse como excusa que iba en pantalón de deporte y camiseta de andar por casa y no era plan conocer gente así, además que no tenía ánimos. Pero ella se empeñó y al poco llegaron. No podía creerlo. Eran dos preciosidades. Como ya había dicho Susana era una altísima morena de pelo largo negro y con un cuerpo de escándalo, pero lo que entró por la puerta no se quedaba lejos. Dos bellezas, una rubia y otra morena pero de pelo corto como las cabareteras de Broadway. -Mira estas son mis amigas Lorena y Lola. Dijo mientras las chicas entraban bastante animadas al salón y me saludaban muy efusivamente con dos besos. Yo estaba que no podía creerlo. Eran unas autenticas preciosidades. Tenían unos cuerpos de escándalo y yo estaba allí con ellas. Mientras que Susana les contaba porque estaba allí y si no les importaba que me quedará para ver si me animaba yo me dedique a mirar los cuerpos de las dos chicas. Lola debía tener en torno a 40 años y llevaba un vestido corto muy ceñido y unos tacones a juego con el verde del vestido. Lorena sin embargo llevaba un vaquero que le subían mucho mas el culo delgado y perfecto que tenia y una camiseta de manga corta que dejaba ver su talla 90 o 95 probablemente. Mirando a Lorena pensé que no debía llegar a tener 30 años. Susana y su larga cabellera negra que casi llegaba al empiece del culo seguía con el vestido de tela ceñida pero de andar por casa, tipo camisón. -Bueno chicas vamos a tomar algo y brindamos. -dijo Susana marchándose a la cocina a por vasos. Yo mientras estaba algo fuera de lugar. No sabia que decir ni que hacer, pero las dos amigas se preocuparon de hacerme sentir integrado con ellas y me hablan, me preguntaban, me echaban piropos y poco a poco fui cogiendo confianza. Después de un par de copas y contar todas mis penas a las chicas tranquilamente sentados en el sofá mientras bebíamos, Susana dijo que porque no se ponían cómodas. Las dos chicas se levantaron y pude ver como meneaban aquellos culos mientras Susana me daba un coscorrón entre risas. Al marcharse las dos chicas al cuarto a cambiarse, Susana me preguntó que que tal estaba. Yo le di las gracias por haberme convencido a quedarme pero que pensaba que debía dejarlas a solas para que charlaran de sus cosas. Ella me dijo que no, que me quedara toda la noche con ellas, que me lo pasaría bien mientras me daba otra copa, esta vez algo distinta, con un color verdoso que nunca llegue a saber que era. Yo estaba muy animado y algo borracho y faltó poco para convencerme a quedarme. Por mi cabeza ya pasaban las fantasías más lujuriosas que se pueden pensar con las tres chicas, pero lo que pasó aquella noche nunca me lo hubiera imaginado. Yo me la estaba tomando cuando aparecieron Lola y Lorena. Me quedé sin palabras al ver a Lorena. Llevaba un pantaloncito tipo culote rosa muy cortito y una camiseta de tirantes de colores cálidos que dejaba ver su gran escote. Yo resople al verla aparecer y ella mirándome me dijo pues espera a ver a Lola. Entonces apareció Lola. Me quedé sin habla. Llevaba un blusón semitransparente que dejaba ver un sujetador negro y unas braguitas también negras como de encaje y unas medias con liguero. No me lo creía. Susana se acercó a mi oreja y me susurro -ves como te lo vas a pasar muy bien.- y acto seguido cogió mi mano y me hizo beber toda la copa que me había dado. -No me habré pasado no Juan. -dijo Lola acariciando mi cabeza y acercándose a darme un beso en la frente. Mis ojos, obviamente, se fueron directos a la visión del canalillo que formaban sus pechos sujetos por aquel precioso sujetador y el hueco sutil de aquel blusón. -No...No...es...estás preciosa.-dije yo tímido pero muy contento y cada vez más desinhibido gire mi cabeza resoplando. Ella rió y prepararon otra ronda de copas. Seguimos bebiendo mientras ellas no paraban de reír y provocarme. Susana puso música y empezamos a bailar. Yo estaba totalmente animado y quería follar. Me daba igual con cual, pero estaba caliente y muy borracho. Al rato Lola y Lorena se fueron al baño y me quedé sentado con Susana en el sofá. Vi mi momento y me lance a besarla. Mi lengua entró en su boca y mis manos sobaron sus pechos mientras ella me empezó a sobar encima del pantalón. Al poco me susurró al oído "esta noche no la olvidaras nunca" y seguidamente bajo a mi polla y tras sacarla empezó a chuparla como ninguna novia me la había chupado nunca. Me puse cómodo quitándome el pantalón y mientras chupaba mi polla pude ver que llegaron también Lola y Lorena. Al vernos se rieron y dijeron que ellas también querían participar. Cada una se sentó a un lado y me besaron mientras Susana arrodillada en el suelo chupaba mi polla sin parar. Lorena me beso mientras Lola me susurraba al oído cosas muy guarras. Después me dijo " sabes...tienes unas nuevas amigas muy especiales" y diciendo esto agarró mi cabeza, la giró y vi como se apartaba la braguita negra y sacaba una polla bastante grande. Note como su mano acercaba mi cabeza hacia ella y solo pude abrir mi boca y aquella polla entró rozando mi lengua. Me dio un escalofrío pero enseguida baje mis labios y empecé a chupar. De reojo podía ver como Susana dejaba de chupármela y sonreía mirándome a mi primero y a Lola después. No tarde mucho en correrme en la boca de Susana, ya que entre la maestría de su boca y el morbo de tener la polla de una bella transexual en la mía era demasiado. Después Lola me colocó a 4 patas en el sofá. Susana y Lorena me daban un espectáculo compartiendo mi corrida mientras Lola lamia mi ano preparándolo para lo que vendría después. Susana se colocó detrás de mí, mientras que Lorena se puso delante y metió su polla en mi boca y chupe la segunda polla de mi vida. Mientras veía la sombra se Lola moverse sin distinguir que hacía, aunque no me importaba mucho y menos al notar como Susana agarraba mis caderas y empujaba su polla despacio dentro de mi ano. Noté como me abría y gemí. -¿Te gusta? ¿Te gusta ser la nena? ¿Eh?- me decía Susana mientras notaba como empujaba su polla dentro de mí una y otra vez. Yo gemía mientras chupaba la polla de Lorena y de pronto note algo muy caliente en mi ano. Note como Susana se estremecía y su polla palpitaba en mi interior. Yo notaba como me agarraba fuerte pero a la vez Lorena me soltó la cabeza y apretándose la polla empezó a correrse en mi boca. Era un sabor nuevo para mí, pero por la situación y las copas que llevaba era algo increíble. Empecé a chupar más y más y tragar todo lo que aquella polla soltaba. No podía creerlo. Me gustaba. Después que Susana saliera de mi ano se colocó Lola y la metió sin esperar. Yo notaba como la polla de Lola comprimía el semen de Susana muy dentro de mí. Era una sensación increíble. Entonces vi como Susana se fue colocando debajo de mí y Lorena agarró mi polla dura de nuevo y tras darle un par de chupadas la dirigió al ano de Susana. La situación era impensable para mí. Lola me follaba a mi y mientras yo follaba a Susana, y Lorena mientras reía y hablaba cosas que con el movimiento y la borrachera no podía ni entender. Yo tarde poco en correrme y para entonces, Lola ya se había corrido en mi ano también. Susana me acompañó a lavarme al baño y al sentarme en la taza noté como un buen chorro de semen caía al agua haciendo el ruido correspondiente. Yo mire a Susana riéndome borracho mientras ella me decía acariciándome la cara..." ves como será una noche que nunca olvidarás". Después de lavarme fuimos al dormitorio y vimos como Lola y Lorena estaban desnudas y con las pollas tiesas besándose. Susana me dio un cachete en el culo haciéndome pasar mientras me decía: -Anda pasa, que será una noche muy larga. Espero sus comentarios tanto buenos como críticos para así poder rectificar en futuras publicaciones. Estas historias son fruto de experiencias vividas, tanto física como mentalmente, ya que no hay nada más poderoso que la mente y la imaginación, pero aun así, los nombres que aparecen están cambiados para salvaguardar la intimidad de las personas que fueran reales en las historias.

martes, 24 de mayo de 2016

ANITA SE VA DE ESCURXION

Las fechas entre mediados de Abril y finales de Mayo son, en la ciudad donde vivo, particularmente agradables, ni mucho calor ni frío así que, como había un lunes festivo Juan y yo, como era bastante usual, decidimos pasar el largo fin de semana sano acampando en la montaña dedicando todo el tiempo al deporte y al aire limpio así que fuimos a una montaña de casi dos mil metros y tras dejar el coche en un pueblo cercano el viernes después de comer hicimos una marcha a pie de algo mas de ocho kilómetros hasta una pequeña laguna que fue en su día la cabecera de un glaciar esperando que no estuviese muy concurrido; hubo suerte y aunque parece increíble no había nadie así que elegimos donde acampar y nos dispusimos a pasar los tres días de vacaciones. A última hora de la tarde apareció un par de tíos algo mayores que nosotros que intentó montar su tienda. Digo intentar porque no eran muy duchos y tras verlos luchar un buen rato (y reírnos lo nuestro) les ayudamos a montar la tienda a unos cincuenta metros de la nuestra y en la orilla de la laguna. Después de cenar, ya de noche, mientras Juan y yo charlábamos tumbados en la hierba, se acercaron los dos. Álvaro y Guillermo eran sus nombres, y nos invitaron a una copa como agradecimiento a la ayuda en el montaje de a tienda; por supuesto aceptamos y pasamos un buen rato hablando de todo incluyendo temas sexuales pero sin especial incidencia aunque repitieron en el tema de intercambio de parejas. Cuando volvimos a la tienda a dormir Juan me dijo que pensaba que eran pareja y yo le dije que también lo creía y que si se había dado cuenta de su insistencia en lo del intercambio me dijo que si y que yo que pensaba, le contesté que no me parecía mal, parecían aseados, educados y con buen nivel pero que ya veríamos como evolucionaban la cosas, de momento estábamos provistos de preservativos y lubricante anal. Al día siguiente y después de hacer una cochinaditas nos levantamos y decidimos ser valientes y bañarnos en la laguna desnudos puesto que no había llegado nadie. Cogimos el jabón, nos jabonamos mutuamente la espalda y las zonas nobles con lo que supusimos que nuestros vecinos, si nos habían visto se habrían dado cuenta de que iba la cosa. Después de secarnos el uno al otro nos sentamos a la puerta de la tienda a desayunar. Al poco rato salieron nuestros vecinos, en pelotas, nos dieron los buenos días y se metieron en la laguna a jabonarse imitando lo que habíamos hecho nosotros. Con todo esto había quedado claro que ellos también eran parejita, lo que había que aclarar era si querían intercambio. Pasamos todo el día corriendo y haciendo deporte. Después de comer y de dormir una buena siesta volvimos a repetir el baño y jabonamiento, esta vez con nuestros vecinos como discretos espectadores. Después de cenar y una vez entrada la noche les devolvimos la invitación de la noche anterior a tomar una copa. Aceptaron y estuvimos charlando y bromeando un buen rato; pareció que cada uno se decantaba por cada uno de nosotros y viceversa. Yo llevaba unas mallas cortas bien ajustadas que me marcaba bien el paquete y unas preciosas braguitas de encaje negro. En un momento “mi candidato” dijo que iba a tirar la basura a un contenedor alejado y bien oculto supongo que por motivos estéticos. Yo dije que era una buena idea y que e iba a acompañar para tirar la nuestra. Cuando me levanté Juan me hizo una señal picarona. Según nos acercábamos al contenedor, me iba poniendo más caliente y ya tenía una erección notable que se me tenía que notar dado la ropa ajustada que llevaba. Una vez que tiramos la basura pensé que había que atacar, así que le dije que quería hacer un pis. El dijo que también, nos detuvimos y prácticamente nos paramos uno enfrente del otro. Me bajé las mallas y me quedé con la braguitas y un buen bulto. Para animar dije que estas bragas de encaje eran muy incomodas para hacer pis. Se me acercó y me acarició las nalgas y me dijo: “Parecen muy bonitas y suaves ¿las llevas siempre?” “No, solo cuando me visto de mujer y en alguna otra ocasión cuando quiero encelar a un tío” “¿Y es este el caso?” . “A ti que te parece?” “¿Te importa que te las baje y te toque la polla?” “Lo estoy deseando pero todavía no he visto la tuya” Si esperar a mas le eché mano al paquete, le baje la cremallera y le metí la mano en la bragueta. Tras una corta lucha con el slip, le saqué a polla que estaba bien de tamaño pero en estado morcillona Le dije que pareciaparecía que no estaba muy animado a lo que me contestó que ya no se le levantaba como antes pero que cuando quería una buena erección recurría a la pastillita azul. Le dije que no me importaba si era capaz de correrse aunque tardase un poco. Me bajó las bragas y me cogió el pene que estaba bien tieso y me dijo: “Que envidia me das, la tienes tiesa y dura como una barra de hierro” “Seguro que esta noche la vas a ablandar mas de una vez” Le abracé .con ganas y me empecé a restregar contra él hasta que me corrí. Le dije que no se preocupara que jugase conmigo mientras yo le hacia un trabajo manual. Así hicimos, me tocó el culo a conciencia y se corrió enseguida. Mientras volvíamos al campamento le propuse dormir juntos esa noche porque tenía gomas y lubricante y podíamos hacer de todo. Cuando llegamos al campamento la otra parejita había desaparecido en su tienda que estaba cerrada. . Antes de nada le dije que aun teniendo en cuenta lo friafría que estaba el agua, querriaquerría lavarme porque tenia todo el vello sucio del semen de la corrida, él se animó tambientambién y nos lavamos en uno al otro, con lo que a pesar de lo friafría del agua, al menos yo salísalí calentito. El la tenia encogidita del agua friafría y me apeteciaapetecía mucho, asiasí que le dije: “Llevo un rato deseándolo y me apetece mucho chupártela” Me contestó ”Mecontestó” me encantariaencantaría porque me estoy volviendo loco de ganas de que me penetres con esa estaca que tienes entre las piernas” Nos metimos en a tienda nos desnudamos y yo empecé a sooabarle notando encantado como se le enderezaba y al mismo tiempo lo incité a que me chupara y mordiera las tetitas. Al cabo de un rato ya estabamosestábamos los dos bien cachondos asiasí qqueque me bajé alal pilón y empecé una mamada con bien de ganas, haciendolehaciéndole todas las virgueriasvirguerías que se “¿Te gustan las cositas que te hace esta guarrona?” “Eres una artista con la lengua, ni mi novio me ha dado nunca tanto gusto, ¡¡ sigue y no pares, Asi Asi Ahhh!!” Cuando llevaba un buen rato con la polla en la boca, me hizo parar y me dijo que ahora qeque estaba bien caliente queriaquería que se la metiese. No tuvo que repetirlo, me puse el condoncondón y cogí el lubricante , pero me sorprendió diciendo: “No me lubriques, quiero que me hagas un poco de daño ademasademás estoy muy dilatado porque llevo mucho tiempo follando con mi novio y de vez en cuando usando un consolador bastante grande” Dicho y hecho, pero no pararon las sorpresas, se tumbo de lado adoptando una postura un poco rara, se abrió las cachas con las manos “MetemelaMétemela de golpe, hazme daño” Yo asiasí lo hice y la verdad es que entró bien suavita hasta los huevos a pesar de que se quejo un poco, retiró las manos y quedamos asiasí enguilados apretados contra su culo. Empecé a movrememoverme pero me dijo: “Deja que lo haga yo todo dejamedéjame que disfrute con esa polla tan dura mucho mejor que la de mi novio, que se le pone poco mas que morcillota y muchas veces no puede ni penetrarme” Empezó a moverse hasta casi sacarse la polla y luego otra vez para dentro ademasademás aapretabaapretaba el culo de manera que el roce era mucho mayor y el gusto tambientambién: “¡Que gusto me da el follar con una polla tan dura, parece que me empalas, anda muerdememuérdeme en el cuello” “Como follas bandido, nunca habiahabía echado un polvo tan rico, sigue dandomedándome caña, muévete que te lo voy a dar todo” Tuve la idea de cogerle el nabo por delante y meneáarsela mientras él se moviamovía de manera que empezaron los “AsiAsí AsiAsí Ahhh me estas matando de gustogusto” hasta que llegamos casi a la vez a un orgasmo tremendo en que se nos vaciamos y quedamosquedamos agotados. Nos dormimos. Nos despertaron las risas y chapoteos en la laguna, abrimos la tienda y vimos a Juan y a Guillermo bañándose en pelotas. Álvaro se desnudó y se metió también en el agua en tanto yo les dije que iría pronto. Me metí en la tienda y me coloqué algo que no esperaba tener la oportunidad de usar pero que lo había traído por su mínimo volumen: un bikini brasileño color rosa y un gorro de silicona del mismo color junto con unos pechos de relleno de silicona. Lo cierto es que enseñaba todas las nalgas y con dificultad me retenía los huevos. Me metí así al agua y se formó el cachondeo los tres me metían mano a la vez, buceaban entra las piernas, me sobeteaban el paquete y yo feliz aunque daba preferencia a Guillermo que era el que me faltaba follarme pero que esperaba hacerlo esa tarde o noche y quería irle calentando. Vestido (es un decir) con el bikini me puse las zapatillas y me fui a correr un rato por los alrededores pensando en que pasaría si me encontraba con un pastor, lo que no ocurrió. Llegué al campamento al poco mas de una hora bien sudado, me quité el bikini y me metí en la laguna a darme una buena jabonada. Mientras me bañaba apareció Guillermo que se quedó en la orilla mirando, cuando salí me dijo: “Estas bien buena” a lo que contesté “Si quieres que sea tuya, conquístame” me dijo “¿Querrías pasar la noche conmigo?” “Poneros los tres de acuerdo porque yo follo con los tres y tu eres el que me falta” Después de la charla, no hacia mas que mirarme y yo le ponía caritas para encelarle, la verdad es que me ponía el pensar que el machito fuera a hacer algo para encamarme. Pasamos la mañana, comimos y nos hicimos una siestecita cada uno con su pareja. Juan me dijo que Guillermo en un aparte le había dicho que quería dormir conmigo, que si yo quería por él no había problema. Le pregunte que que tal había ido la noche anterior, me dijo que nada especial lo único que la tenia bastante pequeña pero que tenia una piel muy suave y la carne mas bien blandita, me pareció divertido porque nunca he follado un tío de esas características. Por mi parte le comenté la particular forma de follar que tenia Álvaro y que merecía la pena probarlo así que acordamos volver a cambiar de pareja esa noche. Después de cenar hicimos la charla y tomamos unas copas sentados en el suelo uno enfrente del otro, y enfrente de Guillermo. Me pasé todo el rato imaginando fantasías eróticas con él provocándole, sacándole la punta de la lengua y pasándola por los labios y acariciándome los muslos. En un momento determinado y de forma sorpresiva les dije “Buenas noches, me voy a la cama” Me levanté y me fui a la tienda. Me desnudé del todo y me metí debajo del saco de dormir que tenia completamente abierto. Al poco rato apareció Guillermo que me pidió permiso para entrar a lo que contesté algo bruscamente, “Claro que si o es que vas a estar haciéndote desear toda la noche” Naturalmente se desnudó y se encamó a mi lado. Le dije que llevaba toda la noche insinuándome y que si no le gustaba que me lo dijera porque llevaba tiempo deseando darle un buen repaso, por toda respuesta me acarició la polla y suspiró un “A mi también me apetece mucho”. Baje la mano y le acaricié el paquete y pudo comprobar que, como me había dicho Juan, era realmente pequeño lo que satisfacía las fantasías que ya había desarrollado. Le tomé de la cabeza y le pedí que me chupara y mordisqueara las tetitas mientras le decía “Así mi niño chupa las tetitas de mamá que luego te dará un buen premio” Mientras me mamaba yo le acariciaba la espalda y las nalgas lo que me puso bien caliente porque estaba suave y blandito hasta que le dije “Ahora dame ese bomboncito que tienes entre las piernas”, me agaché y empecé a hacerle todas las cochinaditas que había pensado esperando que aguantase y no se me corriera pronto. %3Ciframe%20src%3D%22http%3A//embed.redtube.com/%3Fid%3D1423734%26bgcolor%3D000000%22%20frameborder%3D%220%22%20width%3D%22434%22%20height%3D%22344%22%20scrolling%3D%22no%22%20allowfullscreen%3E%3C/iframe%3E Guillermo suspiraba suavemente y me acariciaba la cabeza “Cariño que gusto me das, nunca me lo habían hecho así” mientras tanto yo seguía chupeteando y haciendo ruido con la boca como si la tuviera llena de caramelos. Cuando me pareció bastante empecé a darle lametazos en los huevos hasta que decidí levantarle las nalgas y empezar a lamerle el perineo y a acariciarle el ano con el dedo. Aquí empezó a ponerse realmente burro ya hacer y decir lo que a mi me gusta, levantaba las nalgas para ofrecerme todo su culito y ya no suspiraba suavemente sino que gemía “Cielo me vas a dejar seco, que gustazo me estas dando, como pares te mato, así, así ahhhh sigue sigue” De repente levantó el culo y se corrió como una manguera manchándome de leche el pelo de la cabeza. Nos lavamos en la laguna, con el agua bien fría pero es que eso era solo una parte de la sesión que nos esperaba. Durante el incio de la sesión me había acariciado la polla y hecho elogios de la dureza que tenia, así que la anuncié que iba a disfrutar en su culito la dureza que tanto le gustaba y empecé a hacer círculos con mis dedos en su ano y luego a restregarle mi bellotita mientras él gemía y me decía “No me lo hagas desear por favor dame polla” No me lo hice repetir y de golpe y al “Toma polla” se la clavé casi de golpe mientras el dio un gritito y “No importa me ha dolido un poquito pero ya me da gusto”. Empecé a bombear suavecito para que él también gozara y acariciándole las tetitas y mordisqueándole la espalda, lo que a juzgar por los gemidos le gustaba. Me corrí después de un buen rato de meneo y le di unos toquecitos que le hicieron correrse como un ternerito, jadeando y derramándose con generosidad. Nos fuimos a dormir y cada vez que nos levantamos para hacer pis, nos hicimos unas caricias pero sin pasar a mas. Al despertarnos empecé a tocarle pero me dijo que parara que quería hablar conmigo. Me largó una sorpresa diciéndome que le gustaba y que quería asunto conmigo solo. Le contesté que yo no quería líos serios y que tenia dos amigos que eran eso, solo amigos y que hacían de macho porque a mi me encantaba vestirme y hacer de mujer. Me contestó que Álvaro también era uno de tres amigos que tenia y que a él le encantaría que le tratasen como a mujer pero que era un poco cortado y nunca se había atrevido a entrar en una tienda de lencería. Yo le dije que casi todo lo había comprado por Internet que si quería le daba la dirección. Total que después de un rato de charla quedamos en que nos veríamos de vez en cuando los dos solos y que me llamaría para que le diese la información de lencería. Después de acordar como empezaríamos el asunto, echamos un polvete , nos bañamos en la laguna y pasamos el día deportiva y campestremente. Ya os contaré como evolucionó la cosa.
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QUE MUCHACHAS LES GUSTA ESTA POSICION

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otro vido mas para su deleite


VIOLETA

%3Ciframe%20src%3D%22http%3A//embed.redtube.com/%3Fid%3D381300%26bgcolor%3D000000%22%20frameborder%3D%220%22%20width%3D%22434%22%20height%3D%22344%22%20scrolling%3D%22no%22%20allowfullscreen%3E%3C/iframe%3E Violetta me convirtió en una mujercita. Un chico intento ligar con una joven y termino feminizada por la chica y su novio. Conocí a Violetta desde cuando vine de la ciudad de México a León Guanajuato a trabajar a una empresa de zapatos. Ella trabajaba en el área de comunicación institucional y fue quien nos dio el clásico curso de inducción. No pude apartar mis ojos de ella, era blanca, de pelo rizado, 1.70 y un hermoso cuerpo curvilínea y unos senos pequeños pero firmes; coronados por unos pezones que apuntaban al cielo. Paso mucho tiempo antes de platicar con ella, aunque la veía seguido recorrer la oficina. Yo entre a trabajar al área de mercadotecnia y teníamos muy poco contacto con su área, fue en una comida de fin de año cuando pudimos entablar conversación. Al principio tenía mucho miedo de iniciar conversación , pero me arme de valor y me acerque. Ambos sabíamos quiénes éramos, la verdad no fue difícil. Con el pretexto de un cigarro salimos al jardín donde fue la fiesta y charlamos. -¿Cuantos años llevas en la compañía?- pregunto con un aire de calidez y seguridad que me encanto. -Es mi primer año conteste- tratando de ocultar mis nervios. -¿1 año ya? Wow que rápido pasa el tiempo. –dijo con una sonrisa pícara. -¿Tu cuánto tiempo llevas?- pregunte tratando de ocultar mi pena de hablar con tan bonita niña. -Dos años, ¿y te gusta la vida aquí en León?- me pregunto. -Sí, es muy tranquilo respondí.- -Pues, eso es relativo quizá lo dices porque no has salido lo suficiente, pero eso puede arreglarse me dio gusto platicar contigo. Hasta luego.- Dijo para después alejarse con una seguridad de miedo. Yo me quede solo contemplando como se iba esa chica tan bonita. Después de la fiesta al llegar a mi casa me masturbe pensando en ella. No pude borrarla de mi mente, era hermosa, la imaginaba entre mis brazos, sus besos y mucho más. Dormí como nunca esa noche. Después de esa charla nos saludábamos cada vez que nos veíamos. Hasta que un día la invite a salir. La primera vez fuimos al cine, después a cenar, ella era muy jovial. Todo parecía magia, de inmediato hicimos clic. Debo decir que no me considero feo, pero si demasiado tímido, mido 1.70 soy muy delgado, blanco y tengo unas facciones muy delgadas. Después de 1 mes de salir muy seguido, un día fuimos a cenar se veía hermosa traía una falda blanca y un top tipo polo de rayas muy ajustado. Se veía espectacular, cenamos platicábamos y no lo pude evitar me abalance sobre sus labios. Ella me correspondió, salimos de ahí, aun recuerdo el sentir de su cuerpo junto al mío. -Podría acostumbrarme a esto- me dijo ella mientras pegaba su trasero a mi. Nos seguimos besando y de pronto se acerco a mi oído -Quiero que te acuerdes de mi así...-y me susurro mientras acariciaba discretamente mi pene sobre el pantalón. Yo estaba que moría de la excitación pero de pronto paro en seco y me pidió que la llevara su casa. Sufriendo, la lleve a su casa, no podía con las ganas, me beso y me pidió que aguantara hasta que volviera a estar con ella. La tensión fue mucha, pero pude aguantar al día siguiente. Ella me cito en un café saliendo de la oficina. Llegue quería abrazarla, pero en seco me paro: -Tenemos que hablar- me dijo con un tono totalmente diferente al que le había conocido. -¿Qué pasa?- le pregunte desconcertado. -Tengo algo que decirte- me dijo pálida, nerviosa y al borde del llanto. -¿Qué pasa?- dije con un poco de incertidumbre. -Es que tengo novio- me dijo ya con lágrimas en los ojos. No supe que decirle, me daba muchísimo coraje, pero me partía más el alma verla sufrir. Se veía angustiada y triste. No pude más que abrazarla. -Tranquila no pasa nada. No te pongas así, yo te quiero mucho. Lo único que quiero es que no llores.- Le dije tratando de ocultar que tenía el corazón hecho trizas. -¿Lo dices en serio?- pronuncio mientras secaba sus lágrimas. Su cara cambio parecía de nuevo la niña hermosa que conocí. -Si yo solo quiero que seas feliz- le dije con sinceridad mientras la abrase. -¡Eres un sol! ¿No sé qué decir?- me dijo mientras me abrazaba también. -No te preocupes, nada más no estés triste- le dije. -No tengo que pensar, sé que eres maravilloso y quisiera darte una oportunidad y poder conocernos mejor- Dijo con su cara iluminada y radiante de nuevo. -Lo que tú quieras- le dije mientras bese sus labios. Nos fundimos en un abrazo. -Me gustas- me dijo mientras me sentí la persona más afortunada del mundo. Una vez más se fue, a pesar de extrañarla me sentía muy afortunado. En el trabajo el trato cambio fue mucho más cálido. Por sus ocupaciones no pude verla, pero me sentía bien. Tuvimos un puente de 5 días, ella me invito a la casa que sus padres tenían en un pueblo cercano a León. Me cito a la 12 del día en la entrada de la plaza mayor, cuando llegue la vi estaba radiante. Traía una playera polo azul marino ajustada que resaltaba sus hermosos senos, unos leggins que se le veían maravillosos, sus grandes ojos color café se veían contentos. Estaba feliz. Me saludo con beso increíble. Metimos las maletas eran muchísimas y emprendimos la media hora de camino. Ella estaba feliz y yo también, me sentía increíble. Me encantaban sus brazos y besos mientras conducía, ella me pidió parar el auto. Me detuve, abrió la cajuela y saco una bolsa. -Es un regalo para ti ábrelo- me lo dijo con alegría mientras me daba un beso. Lo Abrí, era una playera tipo polo igual a la de ella. Trate de decirle que se había equivocado que era de mujer, pero me suplico que me la pusiera, fue tan linda su cara de ilusión que no dije nada y me la puse. Salvo por el corte y la figura no sé notaba mucho que era de niña. -Somos de la misma talla- me dijo con sus hermosos ojitos viéndome con ilusión. No dije nada y seguimos. A medio camino me pare por cigarros y provisiones, al pagar en el mini-súper la dependienta me vio de arriba abajo y me dijo son 150 pesos lindo. Me desconcertó, pero no le di importancia hasta que me vi de reflejo en el cristal de auto. La playera y lo delgado que soy si me hacia una silueta muy rara. Subí al auto y se lo comenté a Violeta, ella me dijo que no se había dado cuenta que la disculpará y se puso triste. -Quítatela- me dijo poniendo un ligero puchero. Fue al ver su cara triste cuando dije algo que iba a cambiar mi vida por completo. -No, es tu regalo- Su cara cambio; se veía emocionada, me beso y seguimos hasta llegar a la casa. El lugar era pequeño y acogedor una casita con un pequeño jardín, estaba bardada y al centro una alberca. Ella entro a revisar unas cosas mientras yo bajaba las 6 maletas. Ella me llamo y deje las maletas en el garaje. Al responder a su llamada ella me comento que había algunas cosas sucias en la casa nos pusimos a limpiar. Después de unas horas nos dio un poco de hambre, fuimos a comer. Recorrimos el pueblito cerca de la casa, a pesar de que la gente me veía rarito por mi playerita ajustada y de niña, lo único que pensaba era que estaba a su lado. Al volver a la casa vimos la puerta del Garage abierta. Vimos algunas cosas revueltas y descubrimos que algunas de nuestras habían sido robadas. Revisamos que no quedará nadie dentro de la casa y al hacer el recuento de los daños vimos que solo habían robado 2 maletas una de ellas era la mía y dentro estaban las llaves del carro. Marque al servicio a la agencia de autos, pero al ser festivo me dijeron que no había quien me atendiera. Estaba a punto de ponerme de malas, pero ella me abrazo por la espalda y me dijo que no me preocupará que después viéramos eso. Me deje llevar y justo cuando estaba a punto de ir por ropa para meternos a la pequeña alberca recordé que no tenía ropa. Le comente que no tenía ropa y me dijo que me pusiera una de sus partes bajas del traje de baño, era una especie de short microscopio. Me opuse, pero me dijo que no iba a estar desnudo y tuve que acceder. La sensación era muy extraña, primero por lo pequeño del mini short, después por la suavidad de la tela, era una sensación extremadamente diferente. Me daba mucha pena salir del baño, pero ella me convenció de salir. Ella ya estaba en la alberca camine hasta ahí y moría de pena. -Relájate, solo estamos tu yo- dijo con su cálida sonrisa mientras con la mano me hacia el ademán de entrar a la alberca. Me metí y fui hacia ella. Me dijo que se sentía incomoda, que mi pene se notaba mucho en el traje de baño y me explico cómo acomodarlo entre mis piernas para que no se me notara tanto. Lo acomode como ella lo pidió. Puso sus brazos en mis hombros y me beso. Comencé a besar sus senos, esta súper excitado, pero el minitraje de baño no me permitía tener una erección estaba a punto de quitármelo, pero ella hábilmente bajo su mano y comenzó a masturbarme poniendo frotando su mano contra mi aprisionado pene. En el éxtasis ella me beso y me deje llevar. Estaba súper excitado, comenzó a darme besitos en cuello y las orejas, mientras seguía frotándome. No tenia ni 5 minutos cuando la excitación me hizo eyacular, ella lo noto al sentir el traje de baño caliente. Ella beso mi frente y con ternura me dijo. -La semana aun inicia verás que será más rico aún...-dijo mientras con picardía salió de la alberca. ------------------------------------------------------------------------ A pesar no haber sido sexo real estaba muy contento. Yo la seguí, llegamos a una de las recamaras y me dijo que esperará. Fue a la otra habitación y al regresar me dijo: -Tu recamará esta lista- Estaba desconcertado no sabia que decir, pero lo intente tomar de la mejor manera y pregunte: -¿Vamos a dormir separados?- Pregunte con cara desencajada. -¿A poco creías que seria diferente?, aquí las niñas no son como en el DF yo quiero llegar virgen al matrimonio y si mis papas se enteran que no, me matan.- -Podemos dormir juntos sin que pase nada- dije yo usando una de las tretas más bajas a las que un hombre puede recurrir. -No te creo me dijo- con una cara de duda y desconcierto. -Yo te quiero mucho y haría lo que fuera por estar a tu lado, hasta esperar.- dije invocando a su piedad y su ternura. -¿De verdad?- me pregunto con alegría. -Si- le conteste. -Metete a bañar, podrás dormir conmigo veras que rico la vamos a pasar.- -Si amor- Me metí a su tina. Me relaje imaginando que iba a poder tenerla, pasaron unos 3 o 4 minutos cuando ella se metió también. Sólo por verla tenia la pija dura como una roca, ella al ver mi erección comenzó a acariciar mi pene. -Mira nada más... ¿Lo de la alberca no fue suficiente?- lanzo la pregunta al aire y con habilidad metió mi pene en su boca. Fue la gloria, su lengua recorría mi pene con gran maestría. No pasaron ni 3 minutos cuando eyacule. Ella se quito dejándome correrme como nunca. Dure unos minutos en el éxtasis cuando note que había pelos flotando en la tina. Me quede shockeado cuando ella sin pedírselo me lo explico. -Puse mi depilador de ducha en la tina, que tonta soy.- dijo mientras yo seguí con cara de pánico. Hábilmente ella empezó a besarme y me dijo que no me preocupara que nadie me vería. Me tranquilice un poco. Salí de la ducha y al no tener ropa. Ella me presto unos jeans ajustados y una playera blanca súper ceñida. Me ofreció unas braguitas blancas de algodón que rechace, pero fue al caminar cuando note lo incomodo que era andar sin ropa interior y me las puse. El contacto de mi piel depilada y las braguitas me dio un escalofrío. Debo confesarlo me sentí muy cómodo. Ella me pidió que bajará. Aun con pena baje, al verme puso una cara muy picará... -Que bien te ves- dijo con una especie de burla y ternura que no me permitió decir nada. -Me apena, mucho que me veas así.- le dije con muchísima pena. -No te preocupes, no es tu culpa, pero no dejaremos que esos ladrones no arruinen las vacaciones ¿O si?- dijo mientras me abrazaba. -Además tienes un trasero increíble- me dijo al oído, mientras me dio una nalgadita. Tonteamos un rato y nos recostamos, fue cuando ella saco de uno de los cajones una cosa muy extraña. -Pontelo- me dijo. -Esto ¿Qué es?- pregunte con extrañeza. -Te enseñare- dijo mientras me bajaba la braguita con gran habilidad. -Este aparato no permitirá que tu pipi se ponga durito nene.- Dijo mientras lo cerraba. Trate de incomodarme, pero de pronto con su voz melosa y sus besos y caricias no pude más que resignarme. -Te has portado muy bien mereces una recompensa- se paro de la cama y comenzó a desvestirse manera provocativa. Restregó sus senos en mi cara, estaba muy excitado, pero pene no salía de su prisión. Ella comenzó a besarme, se quito su tanga y me ordeno. -Chupa lindo, hazme gemir.- Le hice un trabajo oral como nunca lo había hecho. Ella gemía y se retorcía de placer. Después de una media hora ella quedo exhausta y se durmió. Yo también intente dormir. Fue durante la noche que de pronto ella me puso la mano en la boca callandome. Trate de moverme, pero estaba maní atado. Ella se puso encima mío. -He sido muy mala contigo es hora de que goces...- dijo mientras con su lengua recorría mi torso. Volvió a restregarme sus senos por todo mi cuerpo y lamia mi cuerpo con dulzura. Me quito la mano de su boca. -No puedo más estoy muy caliente quitame esa cosa te lo ruego- dije al sentir mis testículos casi a punto de estallar por la excitación y la incapacidad de erección. -No te lo voy a quitar- me dijo mientras seguía calentándome. -Me duele, te lo suplico- -Ay una forma de quitarte el dolor, pero tienes que pedírmelo y no protestar- dijo ella mientras besaba la parte baja de mis testículos y mi perineo. -Hazlo te lo ruego- -Haz sido un niño sucio, tienes que aprender a no estar eyaculando por todos lados- dijo mientras pellizcaba mis pezones, daba mordiscos en el cuello. No pude contenerme de lo más profundo de mi ser salió un femenino gemido. Ella se río, seguía excitandome. -¿Vas a obedece, lindo?- pregunto con una cara de satisfacción que no le cabía en la cara. -Si...- dije ya casi llorando por el dolor de mis bolas hinchadas. Ella me abrió de piernas y comenzó a besarme hasta llegar a mi culo. Lo chupo, ya no podía con el dolor. Gemí como nunca había gemido, no podía más cuando vi que ponía un liquido en su dedo y sin preguntarme nada lo introdujo en mi ano. Cuando rozaba con sus dedos un punto ( Que después supe era mi próstata) el placer era inmenso. No tarde ni un minuto cuando estaba mi pequeño pene aprisionado derramando leche a borbotones. El dolor se apago y llego un alivio impresionante. Uno de los borbotones de leche callo en sus manos y ella lo embarro en mi cara. Yo estaba llorando, todo fue impactante para mi. Me desato y me llevo al baño, estaba como ido. Ella me ayudo a lavarme, me dio un vaso de agua, seguí llorando. No sabia ni que pensar todo era extraño. Me llevo a la orilla de la cama y trataba de calmarme. -No llores hermoso- Me abrazo, me recosté me arremolinaba en la cama no podía conciliar el sueño. Ella me ofreció un vaso de agua y me dio un pastilla, como hipnotizado la tome y dormí. ------------------------------------------------------------------------ Ella me despertó, me sentía mejor hasta que recordé lo que había pasado la noche anterior. Con toda tranquilidad ella me veía sentada en una silla al lado de la cama. -Tenemos que hablar- dije con indignación. -¿De que quieras hablar hermoso?- dijo con tranquilidad mientras encendía un cigarrillo. -Lo de ayer...- trate de balbucear mientras con su dedo cerro mi boca y me dijo. -Lo hice porque debes aceptar que un hombre que se viene en 2 minutos, no me va a servir de mucho- además siempre te encanta... ayer gemías como todo un putito.- -Pero fue porque me obligaste- le dije? -¿En verdad hermoso?- ella dijo mientras se quito la blusa, y comenzó a restregarlos junto a mi. Me le fui encima, fuimos a la cama y ella con agilidad me esposo a una de las patas. -¿Que estas haciendo?- le dije agresivo. Más tarde en protestar cuando recibí una tremenda cachetada. -He sido buena contigo, no me obligues a tratarte mal o lo vas a sufrir.- Dijo mientras restregaba sus senos en mi cara y su culo frente a mi atrapado pene. Estaba exitadisimo, pero no podía tener una erección, mis pezones se pusieron duros y comente a sentir un calor intenso en mi ano. No podía contenerme, no sabia que pasaba. -¿Qué pasa?- pregunte tratando de evitarme de las esposas. -Te puse un fármaco para que mantengas la excitación sexual- dijo con crueldad. -Por favor abre el candado- le suplique. -No lo creo, la única manera de liberar tu excitación es por tu culito.- me dijo mientras besaba mis pezones. -Eso jamas no dejaré que me hagas eso de nuevo- dije con determinación. -¿Seguro muñequito?- dijo mientras lamia mi oreja, y embarraba su pecho contra mi torso. La excitación era tanta que no podía con ella. El calor ya no sólo en mi colita si no en todo mi cuerpo; no podía más. Fue mi inconsciente el que me hablo. -Haré lo que pidas por favor- dije con lagrimas en mis ojos y la voluntad herida. -Suplicado, dime que quieres ser mi putito- dijo mientras abría de su cajón y sacaba una cámara. Con la dignidad y la hombría rota grite con lagrimas en los ojos. -Por favor ayudame- -No has dicho lo que te pedí, hermoso- dijo mientras apuntaba la cámara hacia mi y me dio un bofete nuevamente. -Quiero ser un putito, quiero que me cojas- le suplique con lagrimas en los ojos. Con toda la calma del mundo guardo la cámara en un cajón bajo llave. Me quito las esposas y tomo un plumón y me dijo: -Ponte en posición de perrita hermosa.- y lo hice con mi dignidad ya muerta. Me puse en 4, me bajo mi calzoncillos; y comenzó a metérme el plumón. Fue humillante, no paraba de llorar, el dolor era intenso. Mi hombría se iba por ahí. De pronto sentí sus senos contra mi espalda, era excitante. Conforme pasaba el tiempo empezaba a sentir placer en mi colita, sentir cada vez que metía y sacaba el plumón era muy rico... gemía como un verdadero mariconcito. -¿Te gusta mariconcito?- decía mientras oleadas de placer recorrían todo mi cuerpo. -Si.- Dije sin importarme lo humillante de la situación. -A partir de hoy serás mi putito personal si no quieres que tu video pidiendo pene sea del dominio publico.-Dijo mientras seguía con el mete saca de ese plumón. Para ese momento no me importaba nada estaba muy caliente. No sabia que pasaba, pero estaba muy excitado, no paraba de gemir. Una oleada recorrió mi cuerpo, me estremecí. Sentí el orgasmo desde mi culito hasta la punta de la cabeza. Eyacule como jamas lo imagine. Ella me beso, me ayudo a ponerme junto a la pata de la cama, me deje esposar y me quede dormido. ------------------------------------------------------------------------- Desperté 3 horas después. Aun tenia taquicardia seguía desconcertado, iba a adentrarme en mis pensamientos, pero ella abrió la puerta. Se veía deliciosa, traía una faldita negra tableada, una playerita tipo polo ajustada, me quito las esposas, el candidato que presionaba mi pene. -Buenos días dormilón. ¿Ya estas mejor?- dijo mientras cariñosamente me abrazaba. Con ternura me recargo mi cabeza contra sus senos. Como niño me puse a llorar, no podía contener las lagrimas. -No llores hermoso, debe ser duro para ti, pero no te preocupes yo te voy a consentir- dijo mientras ponía su mano en mi pene a través de la braguita. Se inmediato se puso tieso, no pude contenerme y tuve una erección que salió de la braguita. Con suavidad y mucho placer ella me masturbo mientras me decía: -Disfruta que será la ultima vez que usaras tu pene, a partir de ahora serás mi mariquita y comenzarás a disfrutar tu culo. ¿Entendiste?- me dijo mientras seguía sobando mi pene. Estaba en la gloria, no pude más que asentir con la cabeza. -Así me gusta, a partir de hoy vas a hacer lo que yo diga ¿Esta claro? Si no lo haces todo mundo vera que eres una mariquita que le pide a sus citas pene por el culo. Asentí con la cabeza, cuando de pronto sentí un golpe en el pene que de inmediato me bajo la erección. En ese momento ella fue por una bolsa, de ella salieron muchísimas cosas. No supe que era hasta que ella las puso frente a mi, era ropa interior y mucha ropa de mujer. -Mira tu nueva ropa hermoso- sumisamente me deje hacer todo lo que ella quiso. Me puso unas braguitas, un sostén con relleno, una falda tableada y una blusa igualitas a las de ella. Me maquillo me tapo los ojos y me hizo ponerme frente a un espejo. No lo podía creer me veía como una chica de verdad. Movia mis brazos frente al espejo para percatarme que era yo. Estaba estupefacto, ella me agarro tiernamente el rostro y me dijo: -Lo ves eres hermosa ¿A poco no te gusta? luces como de 17, a partir de ahora seré tu ama y me obedecerás en todo...- comentaba mientras yo asentía con la cabeza. Ella me abrazo por la cintura, cuando volví a mirar el espejo, pude darme cuenta que estábamos con el mismo look de marineritas, el mismo maquillaje, parecíamos hermanas. -Siempre quise una mariquita para divertirme- dijo burlonamente mientras nos veíamos en el espejo. Una lagrima rodó de mi mejilla. Ella me regaño, me dijo que no llorará y me abrazo. Una frase salió de su boca como un sortilegio: -Acéptalo este es un destino.- me dio una nalgada y todo se puso peor me estaba excitando. Me daba muchísimo morbo. Nos veíamos igualitas... Lo admito me deje llevar. Todo el día aprendí a andar en tacones, a simular voz de chica y comportarme de forma femenina. Me sentía como pez en el agua estaba disfrutándolo. De pronto alguien toco la puerta. Ella abrió y entro un chico. Mi alma se derrumbo cuando ella lo saludo con un apasionado beso en la boca. -Hola amor- le dijo mientras yo no sabia ni donde meterme. El le respondió mientras yo trate de irme a otra habitación. Ella me detuvo con su mano. -A donde vas si Ricardo esta aquí para conocerte- me dijo. -Así que esta es tu amiga- dijo Ricardo viéndome de arriba abajo. -Si mi cielo aquí esta lo que te prometí- le dijo mientras lo abrazaba y llenaba de caricias. -Pues si esta buenísima- dijo mientras me veía. Estaba nervioso no sabia que hacer, trate de alejarme, pero me caí con los tacones. Ella me soltó una patada en el estomago y otra en mis bajos. Escurrieron las lagrimas, ella me sujeto del pelo y puso su cara frente a la mía. -Ahora vas a hacer todo lo que yo diga ¿Entendiste putito de mierda? ¿De verdad crees que íbamos a follar tu y yo? Estas equivocado, yo nunca cogería con un tipo que se vino en 5 minutos. Mi novio quiere darme con el culo, pero como yo quiero llegar virgen al matrimonio, necesito quien lo haga por mi. Y para eso te convertir en lo que eres, un mariconcito sumiso.- dijo mientrasme volvió a patear. Mientras él moría de risa. -¿Y que nombre le pondremos al mariconcito amor?- dijo él. -Se llamará Brenda y verás que te hará llegar cielo amor, deberías ver lo estrecha que esta- dijo mientras ella me levantaba y me acomodaba mi peluca. Ricardo se sentó en el sillón, frente a el ella me bajo la braguita y me volvió a poner el candado. -Tranquila Brenda no te preocupes verás que disfrutarás esto- ella me esposo, fue a la recamará agarro una de las sillas del comedor y me vendo los ojos. Cuando abrí los ojos no podía creerlo, a la silla estaba amarrado un consolador de unos 20cms de largo por 4 cms de ancho; había unas tablas, ella me hizo subir en ellas con los tacones de 15 centímetros, puso la silla atrás mío y me dio las instrucciones: -Estas amarrada al respaldo de la silla, cuando intentes sentarte no podrás hacerlo sin que ese juguetito te de placer. Nosotros vamos a dar la vuelta y volvemos. Por cierto estamos grabando así que sonríe. Jajajaja- dijo mientras se alejaban y se escucho cerrar la puerta. Dos horas después caí rendido y ese dildo se enterró en mi culito. Afortunadamente estaba lubricado aun así me causo dolor. Esa cosa norme se hundía en mi, cuando me recuperaba e intentaba ponerme en pie el juguete salía de mi. Como a todos nos pasa, el dolor se convirtió en placer, con los ojos tapados y esas sensaciones empece a imaginarme siendo la hembra caliente de un macho. Me llene de morbo al imaginar como me veía convertida en una linda chica. Me deje llevar, empece a gozar y me corrí a pesar de mi pene estaba atrapado. Minutos después ni yo mismo me reconocí estaba dándome placer yo solito con ese consolador. Gozaba cada centímetro que entraba y salía, me montaba en ese hermoso juguete.En mi quinto éxtasis voluntario llegaron ellos. Me quitaron la venda, nada me importaba estaba muy caliente, gemía como toda una marica y quería más. Cuando me desamarraron de mis labios salió una femenina suplica: -Ricardo por favor cojeme- suplique mientras ambos se rieron. Ella aplaudía con alegría mientras él se hacia del rogar. Me la pase suplicando, pero me pidió que primero se la chupara. Con asco me arrodille y me puse a saborear su pene. Era mucho más grande que el mío, lo sobadaba y chupaba con devoción cuando Violetta se puso atrás de mi y empezó a meterme un dedo en el culo. Estaba en el paraíso, antes de venirse el saco su miembro de mi boca y se corrió en mi cara. -Ya bautice a la mariquita amor-dijo mientras me sentía orgullosa de ser tan putita. Ella me abrazo y me dijo que estaba orgullosa de mi. Me ayudo a ponerme en pie, a limpiarme, fuimos a su cuarto a cambiarnos: me puse una braguita blanca de algodón, un bra del mismo color, una blusa polo rosita una minifalda y unos tacones que me dio Vi. -¿Como te sientes? Me pregunto ahora con su tono tierno. -No sé es muy raro, jamas imagine que esto iba a pasar- le respondí aún con el shock por la situación. -Déjate llevar- dijo mientras me beso la frente. -Tengo una sorpresa para ti, te la daré más tarde.- Comimos, nos pusimos a ver una peli. Sin notarlo descubrí que me sentía libre. Pasaba el tiempo y mis movimientos eran más femeninos. En mis pensamiento solo imaginaba siendo penetrada por un macho como Ricky. Ella me pidió que la acompañara al baño. Estábamos las dos en el baño, cuando inconscientemente me senté a hacer pipi. -Ya viste preciosa- Me pregunto sorprendida. -¿Que paso?- le dije sin notar aún que la niña que tenia adentro estaba floreciendo. -Hiciste pipi sentada- Te estas volviendo una nena. Me puse rojo de verguenza, pero ella me tranquilizo, me dijo que hoy iba a ser una mujercita completa y que Ricky seria mi macho. Todo me dio vueltas. -Pero después de eso no habrá vuelta atrás- dije. -No pasa nada, yo te ayudare- y puso manos a la obra. Comenzó con lo que ella considero lo más importante: un enema. Me puso en posición de perrita, metió la canulita, preparo el agua y la conecto. Fue una sensación extraña sentía que mi cuerpo se estremecía y lentamente se iba llenado de agua. Lo difícil fue aguantar el agua dentro de mi, cuando tuve mi colita limpia me dañe me puso un bra y una braguitas blancas de algodón. -Es hora de que te muestre tu sorpresa- me dijo cuando saco de una bolsa de compras, unas calcetas, una minifaldita tableada roja, una blusita tipo polo blanca y una peluca con dos coletas. Me las puse y me maquillo muy ligeramente. Cuando me volví a ver al espejo no lo podía creer parecía una colegiala de verdad. -Luces divina amiga.- dijo mientras me besaba suavemente los labios. El contacto de sus labios pintados con los míos fue extraño, pero agrado. Le di las gracias y me llevo a donde estaba Ricky. Nos acercamos, Ricky estaba incrédulo, no podría creer que era yo. Se acerco hacia mi; me tomo de los brazos y me lanzó contra la cama. La sensación fue excitante, comenzó a besar mi abdomen y mis pequeñas tetas. Sentí sus labios recorriendo mi cuello, estaba súper excitado. Estaba dándome cuenta que me estaba volviendo una mariquita, pero no me resistí me deje llevar. Violetta me tomo de las manos, mientras Ricky bajaba cada vez más con sus besos. Me tuvo con las piernas abiertas y de pronto algo me hizo gemir de placer. Ricky besaba mi ano, la sensación era deliciosa, los espasmos no paraban. Sentía cada lengüetazo, recorrer mi culo y cada vez eran más rápidos. Me retorcía de placer y gemía estaba en el cielo. -Metemela Ricky- Le suplique con una voz tan femenina que ni yo conocía. El comenzó a restregarme su grueso pene por mi culo. Me daba arrimones sin penetrarme, era muy rico. Hasta la visión se me nubló estaba en otro planeta. -Ponte de perrita y veme a ver.- dijo Violetta a quien de inmediato obedecí. Su cara de lujuria era impresionante. No podía dejar de admirarla cuando sentí el pene de Ricky tratando de invadir mi culito. No le costo mucho trabajo, me comenzó a doler, pero me gustaba. Sentía el caliente miembro de Ricky recorrer mis entrañas, gozaba cada centímetro. Cuando sentí sus huevos tocar mis nalgas lo saco de golpe y lo ensarto abruptamente. -Ahhh, que rico- dije como una verdadera gatita en celo.- Cada mete y saca era increíble. Jamas había sentido algo igual. Violetta estaba fascinada viéndome gemir. Yo cerraba los ojos y mordía mi labio inferior estaba fascinada. Me dolía un buen, pero nunca había sentido algo así. Después de un rato el se corrió y sentí su leche llenar mi culo. Su leche era abundante y espesa, la sensación de recibir su leche era morbosamente deliciosa. El se volteo y quedo recostado, yo aun estaba muy caliente, por lo que me levante y fui a la sala. Violetta me siguió y vio como me volvía a sentar en el dildo que estaba sobre la silla. -Parece que alguien no tiene llenadera- dijo Violeta. Mientras continuaba dandole placer a mi culo.El morbo de esta siendo penetrado, con el culo lleno de semen de Ricky era excitante. Después de unos minutos porfin logre venirme, a pesar de tener mi pene en su prisión eyacule. Fue al correrme que me vi en un espejo, totalmente feminizado y gozando como mariquita. No se que fue, pero algo me hizo remordimiento y culpa. Apenas ayer quería follar con Violetta y hoy estaba feminizado en manos de una chica y su novio. Fui al baño, caminando como charrita, me senté y comencé a llorar. Por mi cabeza no dejaba de intrigarme la idea de porque accedí a eso. -¿Que pasa muñequita?- me dijo Vi. -Este no soy yo, no se como accedí a esto- le dije con tono de reproche. Ella tiernamente me tomo entre sus brazos y puso mi cabeza en sus senos. -Déjate llevar muñequita, además vete, luces hermosa y admitelo. Disfrutas mucho ser una nena.- me dijo mientras me abrazo. Ella me prometio que me iba a ayudar a ser una linda nena... y lo cumplió. Con el tiempo, descubrí que todo había sido planeado por ella. El video que ella me saco, misteriosamente llego a manos de mis jefes y me corrieron. Con mi liquidación empece mi tratamiento hormonal, descubrí que quiero ser una mujer. Ella se quedo con mi empleo anterior, pero la venganza fue dulce... Ricky la abandono y despues de ese fin de semana nos seguimos viendo unos cuantos meses. Encontré un nuevo trabajo ahora soy secretaria ejecutiva en una fabrica de zapatos un poco más chica. A veces veo chicas y me gustaría ser hombre de nuevo, luego recuerdo que soy un mariconcito afeminado y se me pasa. A pesar de todo me sentí más libre y mejor.Aunque muy sola. Pero debo dejarlos hoy voy quede de verme con Vi en un cafe cercano, para ponernos al día besos.
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lunes, 23 de mayo de 2016


espero les guste este video es simplemente par austedes amigas 

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