domingo, 26 de agosto de 2012

NATALY 3

Natalie / 3ra parte

Eran ya las nueve de la noche, aun no había anochecido pero me daba lo mismo, quería lo antes posible salir a la calle, sentir el aire de la noche en mi cuerpo y rostro femenino. Caminar por las calles mirando los escaparates deteniéndome frente a ellos, sentir la mirada de los hombres clavándose en mi cuerpo.

Me prepare una pequeña cena, pues quería estar la mayor parte del tiempo en la calle como la chica que era en ese momento, disfrutando de mi misma. Una vez finalizada la cena, me lave la boca y puse unas gotas en los ojos para evitar su enrojecimiento durante la noche.

Con el lápiz perfile los labios agrandándolos para rellenarlos posteriormente con la barra de labios, descargue el sobrante de la barra de labios, para volver a rellenarlos moviendo un labio sobre el otro para extender perfectamente el color por los mismos.

Tome de su soporte la peluca, ajustándola sobre mi cabeza para empezar a peinarla dándole forma y el volumen. Después de cardar un poco la zona central y peinarla rocié con un poco de laca para mantener el peinado. Los pendientes largos de clic colgaron de los lóbulos de mis orejas.

Introduje en el bolso con la barra de labios, maquillaje en polvo, mascara de pestañas, perfume, documentación, dinero, un paquete de pañuelos y otro de toallitas húmedas, cada vez ponía mas cosas en el bolso, en eso me estaba pareciendo cada vez mas a una mujer, pero eran cosas que siempre utilizaba.

Colgué la bata que llevaba puesta desde las primeras horas de la mañana y empecé a vestirme ajustándome los pantalones para después colocarme la blusa que había elegido que se amoldo perfectamente a mi cuerpo, el escote de pico dejaba ver el pecho.

Saque del bolso el perfume y lo aplique en el cuello, pecho y muñecas. Los zapatos de tacón me levantaron diez centímetros del suelo, note como los glúteos se apretaban y mi culito se levantaba un poco más.

La sensación era extraordinaria, me encontraba maravillosa y con muchas ganas de gustar, al mirarme en el espejo note como aumentaba mi excitación hasta limites que nunca había conocido. Intente relajarme, pero me fue imposible bajar mi excitación, por lo que tuve que bajarme los pantalones y la faja que llevaba puesta, para que mi pene en su máxima excitación saliera del pequeño tanga. Fueron necesarios muy pocos toques para que expulsara con fuerza un gran chorro de semen, coloque la mano para recibirlo notando su calor y olor, despacio me lo acerque a la boca pasando la lengua sobre él y saboreándolo. Recordé inmediatamente el día en que a mi amigo Luis, le hice feliz introduciendo su pene en mi boca hasta que lo derramo y su sabor semen dentro de la misma.

Volví a ponerme el pene hacía detrás después de limpiármelo, para ajustarme el tanga, la pequeña faja con los rellenos y el pantalón. Con mucho cuidado me limpie la boca cuidando el maquillaje para volver a rellenar los labios con el color de la barra de labios delante del espejo. Mi imagen me gustaba y estaba segura que también gustaría a cualquier hombre por lo que por precaución, volví a abrir mi bolso e introduje en él un par de preservativos y un elixir bucal por si realizaba algún francés.

Saque del armario una chaqueta corta con la que acabe de vestirme, estaba totalmente preparada física y mentalmente para salir a la calle como una chica.

Abrí la puerta de la casa para bajar lentamente las escaleras, los tacones resonaban según descendía cada peldaño. Los pies se habían acostumbrado y amoldado a los zapatos, destacaban con las uñas perfectamente pintadas y arregladas.

Al salir del portal, la calle me parecía distinta con un olor que se mezclaba con el perfume que había utilizado, mis hombros se desplazaron instintivamente hacia detrás, comencé a andar lentamente, eran las diez de la noche y empezaba a anochecer. La calle se encontraba bastante concurrida y rápidamente me encontré integrada en la multitud.

Caminaba mirando a todo el mundo, notando como casi todos los hombres me miraban, volviéndose algunos después de sobrepasarme. Alguno me dedico bonitas palabras que me gustaron.

Tome un taxi para ir al centro de Madrid, durante el trayecto converse con naturalidad con el taxista, al llegar a mi destino, descendí del taxi para seguir paseando mirando escaparates. Varios chicos se acercaron con intención de ligar, ninguno me gusto para ello, estaba decidida a ligar con alguno, necesitaba sacar de mi interior, la feminidad que tanto tiempo había tenido guardada y que por fin podía exteriorizar.

Recordé que en la zona de la Castellana junto a Maria de Molina, los automovilistas buscaban a los travestís y transexuales que allí se encontraban. Sin pensarlo dos veces, volví a tomar otro taxi para dirigirme a esa zona, al dar la dirección el taxista me dijo que allí solo había travestís y transexuales. Sus palabras confirmaron que mi imagen era realmente la de una chica. Para ver su expresión le dije que yo también lo era, al oírlo, volvió la cabeza con extrañeza en el semáforo en que nos encontrábamos parados y me dijo „no me lo puedo creer‰, la misma frase que mi amigo había pronunciado el día que me conoció.

Mi imagen, la forma de hablar y de moverme no indicaba que fuera un travestí como los conocía el taxista. Al llegar al destino, le pregunte el importe y me contesto que no me cobraba esta vez por mi sinceridad, me entrego una tarjeta diciéndome que cuando le necesitara por la noche, le llamara.

En la calle había dos travestís de una complexión bastante grande que al verme se dirigieron hacía mi diciéndome que esa era su zona y que las chicas tenían otra zona en la Castellana. Otra vez me habían confundido con una chica, mi personalidad femenina se confirmaba a pasos agigantados.

Me acerque a ellas y les dije que yo también era un travestí, que acababa de llegar a Madrid y quería saber donde podría ganarme algo de dinero.

Me enseñaron la forma de trabajar, cuando tenía que solicitar el dinero y que cosas eran las mas solicitadas por los clientes e inmediatamente casi a la vez reclamaron esa zona como su territorio como suya.

Durante nuestra conversación, pasaron varios coches que no pararon, dos de ellos volvieron a pasar mientras seguíamos hablando. Cuando me despedía de ellas, uno de los coches que había pasado dos veces se paro, rápidamente se acercaron para ver si deseaba el conductor sus servicios.

Me retiraba cuando una de ellas me llamo diciendo que era a mí a quien quería. Me acerque al coche y le pregunte que deseaba, era un hombre joven de unos treinta y pocos años bastante guapo. Solo me pregunto si quería tomar una copa con él, sin pensarlo me monte en el coche.

Nos presentamos y empezamos una conversación bastante intrascendente que poco a poco fue haciéndose mas profunda.

Aparco el coche junto a un Púb muy elegante, el aparcacoches me abrió la puerta dándome las buenas noches. Me gustaba mi nueva personalidad cada vez más. Seguíamos hablando de nuestras cosas, preguntándome desde cuando era travestí aunque admitió que era una de las pocas a la que no se le notaba y que por eso me había invitado a tomar una copa para conocerme mejor, ya que pasaba perfectamente como una chica.

Sentía necesidad de la compañía de una de nosotras de vez en cuando, solamente había realizado algún acto sexual con alguna de nosotras esporádicamente, porque solo quería poder hablar con alguien que le escuchara y poder hacerlo también él. Era algo raro su razonamiento, pero luego descubrí que a él también le hubiera gustado ser una mujer, pero que le faltó la decisión suficiente en su juventud.

Empecé a contarle mi vida, como poco a poco había llegado a ser la chica que era en ese momento, pero que me gustaría serlo realmente, aunque tuviera la disconformidad de mis padres, para ello estaba acabando mis estudios para poder ser totalmente independiente trabajando en la profesión que había decidido aprender.

Me dio una tarjeta suya para poder consultarle todo lo que quisiera sobre mi trasformación, ya que era medico y podría ayudarme en lo que quisiera. Era necesario que me dirigiera a un psicólogo y contarle todo lo que pensaba y sentía, para iniciar con un medico, un tratamiento hormonal. Me pregunto la edad y al decirle que diecinueve, comento que se podrían conseguir excelentes resultados si empezaba de inmediato con el tratamiento hormonal.

Saco de su bolsillo un papel y me escribió el nombre de tres medicinas que debería tomar desde este momento, la primera para contrarrestar las hormonas masculinas que empezaba a producir y poder así recibir con la mejor receptividad las femeninas que empezaría a tomar. El resultado de estas hormonas se empezaría a notar aproximadamente a los dieciocho meses, pero con la primera de las medicinas, el cuerpo se empezaría a acostumbrar a no producir hormonas masculinas y aceptaría las hormonas femeninas que lo cambiarían completamente.

Me dio también, la dirección de una psicóloga para que fuera a consultarla con el plan que me había preparado.

No sabía como agradecerle todos sus consejos, me acerque un poco mas apoyando mi cabeza sobre su hombro, me correspondió acariciando mi cara con su mano, volviendo la cabeza momento que aproveche para besarle suavemente junto a la boca.

Me encontraba muy a gusto con este hombre que en poco tiempo había comprendido mi problema y me había dado una posible solución al mismo.

No debía intentar hacer ningún acto sexual con él, si no me lo pedía y tenía toda pinta de no querer solicitarlo, de todas formas intente con mi mano derecha acceder a la bragueta de su pantalón. Con delicadeza me confeso que no era necesario que le hiciera ninguna cosa para recibir su dinero.

A las tres de la madrugada salíamos del Púb, amarrados como dos enamorados, el guarda coches me abrió la puerta para que entrara en el coche. Me resulto bastante complicado, ya que era un poco mas bajo que los coches normales, apoye mi trasero en el asiento e introduje las dos piernas en el interior.

Al poner el coche en marcha me pregunto cuanto me tenía que pagar, le dije que nada que había conseguido que me encontrara como una verdadera mujer a su lado.

Pregunto dónde me llevaba y le respondí que al mismo sitio que me había encontrado, quería despedirme de las dos compañeras que acababa de conocer.

Antes de bajar del coche, me puso en la mano unos billetes y me dijo que eran para comprarme las primeras medicinas de mi tratamiento. Le bese en la mejilla y baje del coche, las dos compañeras, no estaban en la zona. Empecé a pasear por la acera pensando lo que me había sucedido, cual sería mi respuesta. Me quedaba menos de un año para acabar mi carrera y ya tenia varios sitios para poder empezar a trabajar, por lo que no tenía problema para poder independizarme y realizar mi sueño de ser una mujer.

Varios coches pasaban lentamente pero ninguno parecía tener intención de pararse. Estaba decidida a realizar por lo menos un francés a alguno de los hombres que por allí pasaban.

Escogí de los que pararon, al que más me gustaba y mejor facha tenía, cuando paso por tercera vez despacio con su coche me acerque y le pregunte que es lo que quería. Las tarifas que me habían comunicado las dos compañeras al principio de la noche me parecieron muy bajas, así que aumente el precio en un cincuenta por ciento, me dijo que era muy caro.

Le mire y pregunte si no era capaz de gastarse esa miseria con una chica tan guapa como yo, me miro de nuevo y acepto.

Monte en el coche y le pedí el importe del servicio, nos acercamos a una zona muy tranquila en la que me habían dicho podía aparcarse el coche. Con cuidado para no estropearme el esmalte de las uñas, le baje la cremallera del pantalón, desabroche el botón y le pedí se bajara el pantalón y el calzoncillo. Tenía un pene normal, no excesivamente gordo con el prepucio cubriendo su glande. Lo retire hacía abajo, quedando un hermoso glande muy suave que poco a poco fui introduciendo en mi boca. El tamaño aumento de nuevo y empezó a latir con fuerza. Entraba y salía de mi boca aumentando la velocidad hasta que derramo su semen dentro de mi boca, en un pañuelo de papel escupí el contenido de mi boca, para a continuación enjuagarme la boca con un elixir bucal. Acabe de limpiarle el pene con una toallita húmeda, pidiéndole me volviera a dejar donde me había encontrado. A continuación saque del bolso la barra de labios, extendí el color sobre los mismos y me arregle un poco el pelo.

Al llegar una de las dos compañeras que había saludado a primeras horas de la noche estaba paseando por la acera. Me acerque a ella para preguntarla como había ido la noche, solo había tenido dos clientes por lo que su recaudación había sido ridícula, casi no podría pagarse el taxi de vuelta a casa. Sin embargo con solo dos clientes yo, había conseguido cuatro veces mas.

Me despedí de ella y llame a un taxi que pasaba en ese momento. De camino a casa pasaban por mi cabeza todos los sucesos del día, calculando el dinero que podría sacar para mi tratamiento si todos los días obtenía ese importe.

Al bajar del taxi lo hice frente a la tienda de repuestos, al verme el chico que siempre me seguía, salió a mi encuentro. No pude evitarle y no me quedo mas remedio que decirle como me llamaba, después de unos minutos de charla entre en portal muy cansada.

nataliemujer@hotmail.com












Re-encontre a mi amigo, hoy amiga

Este, suceso es real y me sucedio hace muy poco, pero la historia comenzo muy mucho antes, toda mi escuela, primaria y secundaria, fui compañero de Sandro, un lindisimo chico que aparte de ser compañeros tambien era mi vecino, nos criamos juntos, en la escuela a nuestros 11, 12 años lo bromeaban, por su lindura y maneras por demas delicadas, esa situacion me llevo a muchas peleas por defenderlo, yo desde esa edad tenia el fisico de un chico mucho mas grande. Cuando tuvimos 15 años, llego una tarde a mi casa, cuando estuvimos solo se puso a llorar, y se confeso que le gustaban los chicos, me agradecio todas mis defensas pero deseba ser muy honesto con el mejor amigo, charlamos mucho esa vez, y otras, entre nosotros jamas ninguna insinuacion, algunas situaciones me confirmaron que tenia relaciones con chicos, lo que no disminuyo nuestra amistad, cuando termino la escuela secundaria, decidio continuar en la universidad de la capital, sus padres al muy poco tiempo se mudaron a otra cuidad, lo que hizo que Sandro nunca mas fuese, a la nuestra.

Algunas cartas o llamadas por telefono al principio, y asi despues nada de comunicacion entre nosotros. Pasaron 6 años, hoy tenemos 24 ambos, hace 3 meses tuve que ir a la capital, en busqueda de mejor trabajo, al segundo dia de mi estadia, estando caminando solo en busqueda de un lugar para cenar, delante mio caminaba una de las mejores colas que habia visto ultimamente, enfundada en un ajustado pantalon blanco, dejando adivinar color y forma de su tanga, lindas piernas, una larga cabellera rubia, cuando pase a su lado, vi que la acompañaban unas grandes tetas.

Cuando, la habia superado solo dos pasos, senti que alguien decia mi nombre, nadie mas que ella podia ser, asustado gire, al mirarla, no era nadie conocida, sonrio y sin duda repitio mi nombre, agregando ¿no me reconoces?, ¡no¡ conteste, de nuevo la risa, recien algo familiar en la risa, soy Sandro, dijo dandome un beso en mi mejilla , yo lo abrace a mi amigo de la infancia, tomandome del brazo dijo vamos a mi departamento vivo cerca, caminamos solo dos manzanas hasta llegar a su edificio, de gran clase, y muy moderno (era de una familia de muy buen pasar), entramos al depto. nos sentamos a conversar, comimos algo, y tomando unos tragos pusimos al dia nuestras vidas. Sandro trataba de explicar su transformacion, a lo que yo entendi, y le pedi que no debia rendirme cuentas a mi ni a nadie.

Me obligo que dejase el hotel, y fuese a su departamento, lo hice, y por las noches nos amaneciamos conversando de nuestras vidas, asi estuvimos, 4 dias, esa mi ultima noche en la ciudad, tomamos de mas, Sandro saco su blusa delante mio, estallando un hermoso par de tetas, no se que exprecion hizo mi cara, por que riendose dijo son de verdad, tocalas, no pude resistirme, puse mi mano en una de ellas, ese movimiento la acompaño la otra mano a la otra teta, solo un instante, por que dijo deberiamos ponernos mas comodos, mas livianos, entrando al dormitorio suyo, yo fui al mio, sin entender que era mas comodo, mas liviano, quede esperando ver como se presentaba, al salir lo hizo solo con una pequeña tanga, entendi, y me presente de slip solamente, me sirvio, otro trago y nos sentamos muy juntos en el sillon.

Sus tetas sobresalian muy paradas, las piernas estaban totalmente depiladas, lentamente puso su cara delante de la mia, y poso sus labios en los mios, ¿puedo pedirte un favor? dijo, si lo que desees conteste; por esta noche no deseo ser Sandro, quiero que me llames Sandra, la abraze y nos fundimos en un beso comiendonos nuestras bocas, sus tetas presionaban mi pecho, se elevo para sentarse sobre mis piernas, asi continuamos un rato, Sandra comenfo a confesarme cosas de nuestra adolecencia, como que la tarde que me confeso su homosexualidad fue dispuesto a que fuese yo quien la poseyese por primera vez, como muchas cosas mas donde su fantasia era tener sexo conmigo.

Se levanto acercando los vasos, tomamos y al dejarlos volvio a sentarse sobre mio solo que se puso de espaldas poniendo bien el trasero sobre mi pija, abrazandola de las tetas, eela giraba la cara para que sigamos besandonos, cuando ambos percibimos le continua ereccion de mi miembro, llevo las manos a su tanga bajandosela a las rodillas, haciendo el resto yo, yo baje el elastico del slip, y salto adelante ya erecta total. Se doblo hacia adelante por lo que su raja se abrio, para que mi pija quedase dentro de los cachetes, al rato, se puso de rodillas frente a mi sacando del todo el slip, tomo mi verga, y se la llevo a la boca, el tener de frente a mi amigo, senti como verguenza, y no la deje continuar, la levante en brazos, y me diriji a su dormitorio, cuando la puse en la cama, y de la mano ella me acerco , quedamos a la par, donde me hizo su ultima confecion, no seria yo quien la desvirgase, pero si seria el primero que la cojeria, en su condicion de travesti, por que hacia dos meses recien que habia sido operada, y le prescribieron que por 60 dias, no tuviese sexo, pasamos una noche de sexo y amor, como nunca lo experimente con mujer alguna, mi estadia se prolongo por una semana mas. Hoy tengo un cargo en una empresa de su padre en capital, con seguidas visitas y noches de amor y sexo con sandra.

Si te gusto escribeme:

armadoestoy@hotmail.com

penetracion23@latinmail.com

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