lunes, 3 de junio de 2013

CAMBIOS EN EL COLEGIO


Habían pasado 5 minutos desde que Carlos había dejado la casa para ir a su trabajo, cualquiera que fuese.

Ahí estaba yo a las 7:15 de la mañana, buscando la agenda de Angie, realmente en ese momento que estaba solo/a, me pude relajar mucho mas, ya no tenia que fingir ser una jovencita enamorada y que cocina para su novio, eso me permitió  pensar todo con mas claridad,

Mientras buscaba en lo que parecía ser su bolsa o mochila, pensaba en como todo lo que había sucedido alrededor de la ultima hora no podía ser mas que una mentira, como podía suceder estas cosas, yo soy un hombre de ciencia, un futuro Químico, no podía creer que estas cosas pasan.

No tenia sentido, ”Estoy soñando, Estoy soñando,…”, trataba de convencerme a mi mismo, con una insana devoción a mantenerme cuerdo y estando en el cuerpo de Angie temblando, mientras sentía unas tremendas ganas de tirarme al piso y llorar,  tenia que distraerme y rápido, por suerte al fin había encontrado el objeto que me permitiría distraerme, la agenda de Angie.

Colegio de Mujeres  de la calle ##, eso recitaba la leyenda de la Agenda de pasta dura y color café rojizo

El Colegio de Mujeres, era la escuela privada dirigida por monjas, la preparatoria mas costosa de la ciudad, con las mejores instalaciones, la conocía, todos los que alguna vez han vivido en este pueblo conocen ese colegio y no es exactamente por ser el colegio con mejores calificaciones.

Cuando los padres o familiares de una familia influyente tienen una hija problema, no la aceptan en otras preparatorias o son sacadas de ellas, esa es la primera opción, por eso las jovencitas de ahí, al entrar en dicho colegio, son jovencitas que son o conflictivas o malas en los estudios o niñas engreídas de padres poderosos que solo desean pasar la preparatoria pagando o finalmente niñas de familias muy religiosas.

Aceptaban chicas de menos de 24 años, tenia sentido que Angie estuviera ahí digo era la única preparatoria como tal que la aceptara con 21 años,

La escuela era bastante estricta por lo que sabia, así que muchas jovencitas que eran conflictivas o se corregían o la botaban, pero aun así por esas que de alguna manera se quedaban y no se corregían siempre había rumores de estar  en círculos de drogas y de bandas.

Realmente eran pocas las jovencitas que eran así en la escuela, pero por esas se estigmatizaban a todas las integrantes de la escuela, por eso se veía como la ultima opción para mucha gente.

Recordé una vez que una amiga me enseño la colegiatura de dicho colegio, era abrumante, solo en momentos como eso recordaba el situación familiar de Angie.

Los padres de Angie era una pareja normal, pero su padre murió cuando todavía  faltaban 2 meses para el nacimiento de Angie, bastante trágico si, pero por suerte no han tenido problemas de índole económica, la razón es muy simple, la Abuela de Angie.

Su abuela, Tabby como le decían en la familia de Angie, fue en el ámbito de la política muy influyente que tuvo una breve relación con un hombre, del cual se termino separando, de la cual tuvo 2 hijas Lisa y Ana, para ella su carrera política siempre fue mas importante que sus 2 hijas, pero después de eso, ellas 2 eran lo mas importante.

Aun hoy en día ella sigue siendo bastante influyente en la política, y  sigue teniendo un enorme capital de dinero.

Para Tabby, su hija mas consentida siempre fue Lisa, la madre de Angie, así que cuando su padre murió, Tabby se comprometió sin pensarlo 2 veces a mantener a Lisa y a la bebe todavía sin nombrar.

Así que si Angie lo hubiera deseado al ser sacada de su preparatoria, hubiera podido estudiar en cualquier escuela del país, pero como seguramente el punto de esto era que se corrigiera su comportamiento que por un tiempo estuvo fuera de control, termino ahí.

Abrí la Agenda, en la primera pagina tenia su horario, ella tenia su primera clase hasta las 10 de la mañana, y a partir de ahí, tenia un día relativamente normal para un estudiante de preparatoria, horas libres, clases y en el día de hoy venia marcado en rojo a las 12 de la tarde “Examen de Historia”.

Faltaban alrededor de 3 horas para su clase, necesitaba hacer algo, si no distraía mi mente con algo pronto, empezaría a pensar y a razonar todo esto, no quería, no hasta haber  asimilado la idea, pero tendría que hacerlo en algún momento lo sabia.

Me recosté en la cama de Angie, olía sudor, de Angie y de Carlos, era extraño, fue entonces cuando empecé a sentirme cansado/a y pesado/a, era cierto el cuerpo de Angie solo haba dormido alrededor de 2 horas la noche anterior, “Me dormiré un momento, tal vez sea como en las caricaturas, que todo sea un sueño y si me duermo en el sueño, despierte en la realidad”, pensé mientras cerraba los ojos  y me perdía en el vacío.

Fue un sueño bastante extraño, estaba en mi viejo cuerpo recorriendo una ciudad desconocida, en un enorme centro comercial viendo aparadores, pero al ver mi reflejo en el cristal de la vitrina era Angie, y así fue en cada vitrina, en cada reflejo era Angie y no yo.

Al abrir los ojos, me pregunte que hora era, vi el reloj en la pared 8:30 Am, solo había dormido el lapso de una hora y veinte minutos, tenia que seguir y ver que mas descubría a lo largo del día, ya había descubierto una cosa, si era un sueño, no se despertaba yéndote  a dormir, vería que mas podía descubrir en el día.

Al recordar que dicho colegio tenia uniforme, solo pensé en que no importaba que había escogido en la mañana, maldecí y me puse a buscar en las cosas de Angie para hallar su uniforme, la ultima vez solo tome ropa de los cajones de a lado de su caja,  y había ignorado los últimos cajones y el gran armario de la esquina.

Al buscar en los cajones de abajo encontré más ropa interior, pero…un poco más provocativas, lencería y tangas.

Con curiosidad tome una panti con su bra de juego, eran blancos con listones rosas, era lo mas suave que tenia en ese cajón, me gusto se veía lindo, ni muy de zorra ni muy de puta.

Como deseaba verlo puesto en una chica, seguro que se veía supercandente, hasta entonces recordé que yo era una chica, la verdad tenia muchas ganas de ver, de excitarme, necesitaba ver chicas, digo aunque tuviera cuerpo de mujer en ese momento, dentro de mi seguía siendo un hombre.

Me empecé a quitar la ropa, digo igual tendría que hacerlo al encontrar el uniforme, empecé por las botas que llegaban hasta la rodilla, era de tacón algo alto, no lo pensé al ponérmelas, pero eran bastante incomodas.

Seguí con la blusa, en cuanto me la quite sentí una corriente de aire, hacia un frio endemoniado, pero en cuanto percibí la corriente de aire, los pezones de Angie se pusieron algo duros, era tanto incomodo como algo excitante, incomodo como mujer y excitante como hombre.

Me quite la falda, seguían las pantimedias, lo lamentaba, la primera vez que me las puse se sentían suaves y cómodas, era genial, pero lo que se siente al caminar era genial, pero que mas da.

Quede o debería decir, el cuerpo de Angie quedo en paños menores, la duda recaía en si ponía la lencería o no, la verdad me excitaba mucho la idea pero ya antes me había salido esta duda “¿Es correcto que use el cuerpo de Angie como me plazca?” y lo había hecho por la mañana, en el baño, y aunque también lo hice por excitación, me sentí culpable y no sabia si era lo correcto.

Debía decidir, lo haría o no, el problema no solo recaía en ese presente, me conocía, y sabia que si lo hacia, no pararía que cada vez iría mas y mas lejos hasta tratar su cuerpo como si fuera mi juguete personal….no lo haría. No en ese momento.

Así que termine en paños menores, sin haber encontrado el uniforme todavía, empecé a tener frio horrible me dirigí a su armario a toda prisa, era lo que me quedaba por ver de su ropa.

Al abrirlo, lo primero que vi fue un suéter Azul con un emblema amarillo, una falda gris, si ese era el uniforme.

Al ver el gancho en que iba la falda, también lleva unas medias, “¡Si!” me estaban gustando las medias y pantimedias, era una sensación bastante excitante o al menos para mi lo era.

Tome su uniforme, lo puse sobre la cama, empecé por lo que sabia que me gustaría mas, las medias, me senté, tome las medias y me las empecé a poner en la pierna izquierda, y entonces hice lo que había visto a ver en tantas películas pornográficas y de corte erótico, al irla deslizando por mi pierna, estire y levante la pierna, estoy seguro que se vio bastante sensual.

Esa sensación me encantaba, me estaba gustando tener que usar medias, proseguí con la pierna derecha de la misma manera, termine de ponérmelas y me puse de pie, lo había disfrutado demasiado, ¿Cómo lo sabia?, la pantaleta estaba húmeda y los pezones mucho mas duros.

En mi mente me dije a mi mismo, “tenia que hacerlo es su uniforme, es totalmente diferente a tratarla como mi juguete”, pero en el fondo de mi supe que solo era acercarme paso a paso a en algún momento ponerme dicha lencería.

Me puse el resto del uniforme, la camisa blanca, la falda y el suéter.

Me vi al espejo según yo estaba listo/a, tome la bolsa de Angie, busque tenia cartera y llaves, y decidí irme.

Al salir de su casa y caminar por la calle me llegaron muchos recuerdos, digo apenas me había ido hace unos meses, prácticamente viví aquí toda mi vida, de hecho, salí unos 45 minutos temprano a posta para poder caminar y ver todo otra vez, me sentía con algo de nostalgia.

Después de unos 30 minutos y de llegar al Colegio de caminata me di cuenta otra diferencia entre Angie y yo, la energía y capacidad física, Angie usualmente tenia poca aptitud física, solo hacia ejercicio para mantenerse delgada, pero solo lo necesario, yo en cambio corría, jugaba Americano y pesas,  esa caminata de 30 minutos me tenia sudando y exhalando, me sentía como muerto/a.

Faltaban como 15 minutos para mi clase, pero ya había varias chicas en otras clases y entrando conmigo a la enorme iglesia con aire lúgubre y tétrico, realmente desde que yo vi el colegio de ahí una vez me pareció una casa de espantos, digo joder parecía una iglesia abandonada.

Pero eso solo era en exterior, por dentro tenia las mejores instalaciones en la ciudad, e incluso un 2 canchas techadas y laboratorios.

Tome la agenda de Angie, no tenía ni idea de a que salón debía dirigirme, al consultar su horario, vi que la clase de matemáticas de las 10 era en el aula 104, tuve que dirigirme a una de las monjas para encontrar el aula. Al entrar al salón me di cuenta de algo, esta escuela es bastante rara, nadie era amiga de nadie, nadie platicaba, cada quien estaba aislado como en su propio mundo, y si efectivamente algunas se veían como si fueran peligrosas o de personalidades trastornadas.

Otras solo parecían estudiantes con problemas, algo dispersas y todo pero de ahí en mas, todas se veían normales.

Hice lo que haría si fuera cualquier día de escuela, dirigirme a la fila de hasta atrás y fingir que no pasaba nada, al sentarme decidí, curiosear un poco en las cosas de Angie. Después de estar de metiche en sus cosas, encontré su libreta de matemáticas, ni un apunte y los pocos que tenia, todo mal.

Faltaban 5 minutos para la clase, para cuando llego la Maestra, una mujer de 40 y tantos, también era una monja, se puso en su escritorio y se quedo callada, mientras llegaron mas chicas de la clase, eran alrededor de 15 o 20 chicas en total, sin contarme que no me consideraba chica.

Me di cuenta que a pesar de estar en un cuerpo de 21 años, no era la persona mas grande había una chava que ya parecía en sus 24, de hecho la mayoría se veía de mi edad o mayor.

Sonó la campana de clase, ese odioso sonido que todos los estudiantes odian, la maestra se paro, y empezó a caminar entre las filas con una regla de medio metro en la mano en la mano, realmente todavía no comprendía lo que veía, aunque viendo hacia atrás era bastante obvio, de pronto se paro junto a una chica de pelo rubio y al hombro.

-¡¿Qué es esto Srta. Canteras?!-le pregunto la enfurecida maestra a la joven de pelo rubio, mientras la tomaba de la  mano y señalaba sus uñas, unas uñas postizas y de colores muy vivos.

-Maestra, lo siento, no volverá a pasar, es que ayer me las puso mi prima mientras practicaba y …solo olvide quitármelas por la noche- respondía la chica de pelo rubio con una cara de terror y pánico, todo mientras la maestra le mantenía quieta la mano desde la muñeca.

-Si, no volverá a PASAR-no lo quería ver-¡GAAAAAA!-no pude evitar cerrar lo ojos, la maestra le había dado en la mano que le tenia sujeta con la regla de medio metro, le rompió todas las uñas y el dedo meñique, fue brutal, la chica empezó a llorar incontroladamente mientras la maestra siguió con su “inspección”, paso junto a mi.

-Tu falda- me dijo con un tono de desdén.

-¿Disculpe?- no comprendía a lo que se refería.

-QUE TE ARREGLES LA FALDA- voltee hacia abajo, al sentarme no me arregle la falda, rápidamente y esperando evadir el mismo destino de la “Srta. Canteras”, me arregle la falda, prosiguió con su inspección mientras la chica no paraba de llorar, sentía que debía de ayudarla.

Termino la inspección, y la maestra con una expre.sión de asco volteo a ver a la chica que seguía llorando, y la maestra simplemente vocifero:

-Alguien llévela a la enfermería, para poder proseguir con la clase-mientras se sentaba en el escritorio

Nadie se ofrecía, así que lo hice yo-Yo me ofrezco- me pare y la ayude a levantarse, la acompañe a la enfermería.

(continuara)

Hi a todas y atodos! aqui Deb!, les pido nuevamente me apoyen con sus comentarios y opiniones, tambien les quiero hacer una pregunta,¿quedo muy largo?, es que no se si hacer relatos largo y publicarlos con mas diferencia o hacer relatos cortos pero mas seguido? ¿ustedes que opinan?.

Entre otras cosas, se que dije que volveria a meter la sexualidad en este capitulo o al inicio del 4to, pero no lo metere en mitad o final del 4to, por que por que queria darle profundidad a la historia, o lo mas que pudiese, ¡nos vemos! Debby fuera.



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