sábado, 1 de marzo de 2014

ARREGLANDO SU PC

Soy informático, y me dedico a reparar ordenadores en una compañía de siniestros. Un jefe em contó que antes lo que más reclamaban eran fontaneros y cerrajeros. "Ni te imaginas la de gente que olvida las llaves. Pero ahora los informáticos también han entrado en plantilla... para arreglar emergencias de todo tipo". Así que llevo algún tiempo iendo de casa en casa arreglando ordenadores. Y después de algunos meses sin duda puedo decir que he visto muchas cosas (incluyendo el "se me ha roto el posavasos" y similares) En fin. Hace un par de semanas me sucedió otra que fue memorable. Pero creo sin duda no podré contar en el trabajo. Llegué a la dirección, un piso de una gran ciudad de España (no pienso decir la ciudad, ni mucho menos la dirección). Me abrió un tio, era algo delgado. Vestia unos tejanos algo ajustados y camisa -Buenos días. ¿El señor Juan? Vengo por el seguro, ha llamado sobre un ordenador estropeado ¿no? El nombre obviamente es falso. El caso es que me dejó entrar en el piso. Muy bien decorado, flores de plástico en jarrones. Cuadros de paisajes en las paredes. Lo que una ex mia llamaría "el toque femenino". Al final del pasillo había un cuarto pequeño, una tabla de planchar, algún mueble y el ordenador. -¿Que le sucede? ¿Sólo ha dejado de funcionar? ¿algún olor a quemado? ¿pitidos? ¿estabas navegando por internet?-Las preguntas típicas, para comenzar a descartar cosas Por lo visto estaba escribiendo cuando se apagó. Tran un par de intentos de encenderlo, descubro el problema... un virus. A estos cabrones les tengo que dar las gracias de casi la mitad de mi trabajo -Tardaré al menos 30 minutos-le dije a Juan mientras comenzaba a extraer mi armamento de usb y cd's-Posiblemente sea un virus... y tendré que hacer varios diagnosticos Juan: ¿Un virus?Debe haber sido internet, estaba mirando unas cosas mientras escribia un documento. ¿perderé lo que tengo en el ordenador? Es que tengo fotos, de viajes sabe. -Es posible que no pierda ningún dato, por ahora no se preocupe. Aún no lo puedo asegurar. Y así me puse a trabajar, mientras el cliente se iba a ver la tele. Tras casi una hora, este cabrón era más duro de lo que me esperaba, conseguí limpiar el ordenador. No tenía un virus, tenía un criadero. En fin, hecho el trabajo comienzo a revisar que esté todo bien. Sin ficheros corruptos, o cosas "raras". No pude evitar ver una carpeta "Mis fotos" en el escritorio. La primera foto es de una falda a cuadros bien corta... la foto es de las nalgas. Se ven realmente apetitosas. Y la segunda es una continuación. La falda está siendo subida por unas manos de mujer, las uñas pintadas levanan la falda mostrando un culo, depilado, respingón con unas braguitas rojas. -Ya estoy acabando. ¿Vive sólo? Está muy bien decorada la casa. Juan:Gracias. Sí, vivo solo... gracias por el cumplido. Saqué ideas al ver un documental, jaja. Como ha ido, se han perdido cosas- comenzó a decir mientras se levantó para dejar la televisión encendida y acercarse al ordenador. De forma bastante rápido cerré la carpeta de fotos y abrí una ventana del windows de gestión. -Por ahora todo bien, no parece que se vayan a perder documentos, fotos ni nada. Ha habido suerte-Y ahora como me lo saco de encima...- ¿Me podría hacer un café por favor? Disculpa por las molestías, pero estoy algo cansado. Juan: Nada, no se disculpe. Ahora voy. Y mientras Juan e dirigía a la cocina, volví a abrir la carpeta de fotos. Veamos este tesoro. Abrí otra foto. El mismo culo, ahora con la falda totalmente subida, y esas braguitas medio bajadas. La mitad de las nalgas ya estaban a la vista... un dedo con una larga uña roja estaba deslizando las braguitas hacia abajo. Se me estaba poniendo como una pieda. Debía de ser la chica de Juan, que buena moza se follaba. Me salté un par de fotos. La siguiente fue sorprendente. La misma falda, ahora las braguitas estaban completamente bajadas. Podía ver ese culito respingón. Bien blanquito, depilado, una piel suave... me encantaría lamarlo y algo más. Y como fruta madura dos buenos huevos colgando bajo esas nalgas. Esto no me lo esperaba. Estaba mojando los calzoncillos mirando el culito de un tio. Abrí otras fotos al azar. En una de ellas estaba Juan. Se había cambiado el peinado, maquillado la cara, con una blusa y una falda (esta vez negra). Sentada de forma muy femenina en el sofá y con un enorme dildo en la boca. Joder que envidia me estaba dandoese trozo de plástico. Por el angulo de la foto supuse que la camara debía de estar en disparador automático encima de la mesita. Creo que un hilillo de baba me debía de salir por la comisura de los labios. Que cara de vicio tenía al lamer. Juan:El café- me dijo una voz justo a mi lado. Podría estar diciendo las paradas del metro que le hubiera echo el mismo caso... mi mente estaba en otra cosa. Juan:¡Qué hace! Mi privacidad... le voy a denunciar a sus jefes... Se va a enterar... La he cagado, y ha base de bien. Por menos te meten un puro considerable, y mi sueldo no es muy boyante que digamos -Disculpe... es que estaba mirando que no se perdiese nada. Y bueno, las fotos son muy bonitas y sensuales. Realmente lo siento, yo no- al escuchar las palabras bonitas y sensuales parecio calmarse algo, la cara de Juan seguía siendo de pocos amigos pero al menos dejó de amenazarme. Así que intenté jugar esa baza-yo no quería ver estas fotos. Sólo abrí algunos ficheros, los abiertos de forma más reciente (mentíra, pero bueno) y me encontré con esto. Juan me miraba, pareciendo dudar -Al ser fotos tan bonitas no he podido dejar de mirar, realmente lo siento Juan: ¿Realmente te han gustado? -¡Y tanto!, mira esta foto. Le muestro la primera que ví. Esta es la culpable que haya tenido que seguir mirando algunas más-Juan tuvo que reclinarse para verla bien. Juan: Si a mi también me gusta mucho, jaja -Las podemos ver juntos... te parece- Mientras me pongo una mano intentado tapar mi ya innegable bulto. Juan:De acuerdo-respondío con una sonrisa picara... y se sentó en mis piernas. Creo que el movimiento de mano se tuvo que pensar que le decía que se sentase justamente en mis piernas. La silla no era muy hancha, y comenzó a resbalarse. Asi que con mi rodee su cintura, atrayendola a mi cuerpo. Su espalda estaba contra mi pecho, mi respiración en su nuca. Y sin duda, sus nalgas debían de notar el enorme bulto que tenía entre mis piernas

No hay comentarios:

Publicar un comentario