sábado, 26 de abril de 2014

Y SE HIZO LA LUZ

Hola a tod@s! Soy Gloria y tengo 32 años. El relato que os voy a explicar cambió mi vida por completo. Para empezar os diré como soy. Mido 1,65 m., soy morena y tengo una talla 100 de pecho. Tengo unas buenas curvas y me gusta llevar mi coñito afeitadito con cuchilla (esto último lo digo por si alguien se quiere tocar y ponerle más morbo al asunto ;) ). La historia empezó hará cosa de un año. Tenía un novio formal y llevavamos 2 años viviendo juntos. Yo trabajo de camarera en un bar de copas los fines de semana. Solía llegar a casa a eso de las 3:30-4:00 de la mañana a casa. Normalmente a esa hora mi novio ya se había acostado y estaba adormilado, con lo que era muy raro que le apeteciera hacer el amor. En cambio, yo llegaba súper cachonda después de que un montón de tios babosos me tiraran la caña, me gustaba sentirme deseada, así que me duchaba y dejaba que el chorrito del mango de la ducha masajeara mi garbanzito rosa (las mujeres ya sabeís a que me refiero), una vez me corría me iba a la camita y dormía del tirón. Hay cosas peores, podría haberle sido infiel a mi novio. Ese día, hubo muy poca gente en el bar. El jefe nos dijo que cerráramos antes y nos fuéramos a tomar una copa todos juntos. Como sino supiera que se me quería cepillar. Yo fui buena y me fui para mi casita a follarme a mi novio. Abrí la puerta muy lentamente para darle una sorpresa. Aún había luz en el comedor. Me acerqué de puntillas y abrí la puerta de golpe. Buuuuu dije. Sin embargo la sorpresa me la lleve yo al ver el espectáculo que me encontré. Estaba mi novio con los calzoncillos por los tobillos y sentado frente al ordenador, tenía papel de wáter a un lado y en el otro crema de manos. Estaba empalmado y quedaba muy claro que le había pillado haciéndose una paja. Reaccioné con normalidad, no quería ser cínica, yo también me masturbaba cada fin de semana, pero tenía curiosidad con que se pajeaba. Me acerqué a la pantalla y ví a un negro con una polla enorme partiéndole el culo a una chica muy mona. La verdad es que empezaba a notar como se iba mojando mi tanguita. De pronto la chica se giró y tenía una polla casi tan grande como la del negro!!! Nunca había visto eso. La verdad es que me pico la curiosidad. Mi novio intento cerrar el vídeo pero no le dejé. Le dije que se continuara pajeando, el dijo que no, pero yo que venía bastante cachonda, eso era echar gasolina para apagar el fuego. Me quité la mini que llevaba y el tanguita de golpe y me empecé a acariciar el clítoris. Eso excitó a mi novio y empezó también a tocarse. Vimos toda la escena, no podía quitarle los ojos a esa chica, tenía un cuerpo precioso, una cara angelical, unas tetas firmes y bien puestas, y una buena polla, larga y gruesa, mucho más grande que la de mi novio, y la llevaba afeitadita como mi coñito. El negro empezó a comerle el culo. Nunca había imaginado eso, era precioso ese agujerito. Aún me mojo sólo con recordarlo… Me estaba masturbando a placer y oí que mi novio me dijo que se iba a correr. Le contesté que lo hiciera en el papel de wáter, que quería ver como lo hacía cuando yo no estaba. Al verlo me vine yo también. Al acabar me fui a duchar, y mi novio a la cama. Cuando acabé tambien fui para el dormitorio. - Eres gay .- Le pregunté directamente. - No.- contestó - Desde cuanto tiempo hace que te masturbas con películas de tías con polla.- Le dije - Se llaman transexuales y es la primera vez.- Dijo - Venga va… Seguro. Oye que sepas que me ha dado mucho morbo y me gustaría hacer un trio con un transexual.- Dije - Eso es sólo una fantasía. Duérmete ya que llevas dos copas de más.- Me contesto, se dio media vuelta y me dejó con la palabra en la boca. A la mañana siguiente, el había quedado con sus amigos para ir en bicicleta. Cuando escuché que se iba, me levanté como un relámpago hacia el ordenador. Revisé las últimas páginas que había visitado y comprobé que era asiduo a ese tipo de pornografía. Fui mirando los vídeos con los que mi novio se había pajeado y no pude resistirme y me masturbe, vídeo sobre vídeo, paja sobre paja. Busqué páginas de contactos de transexuales. Había cientos, unas más agraciadas que otras. Encontré una que me cautivó. Tenía un cuerpo precioso y un culo muy bien puesto, sus medidas 120 de pecho, 1,65 m. y 18 cm. de polla. Estaba tan cachonda que empece a tocarme, cuando estaba a 100, en lugar de correrme la llame. Una voz muy dulce que me dió mucha confianza me contestó. Concerté una visita a mi piso para esa misma noche. Le dije a mi novio que vendría una nueva camarera a cenar, que era de fuera y no tenía muchos amigos. No puso ninguna objeción. La cena transcurrió muy amena, ella era muy dulce y natural, con una voz melosa y sensual que te hipnotizaba. Cuando íbamos por el cava dije: - Yo: Pues ayer lo pille tocándose con una película de transexuales. Mi novio se puso rojo con un tomate. - Ella: Te dan morbo los transexuales? - Él: No es sólo curiosidad.- tartamudeaba. - Yo: He revisado las páginas que visitas y últimamente te la machacas mucho para ser sólo curiosidad. - Ella: Me gustaría ver un video de esos… - Yo: Ahora pongo uno. - Él: Déjalo estar… - Ella: Venga no seas aguafiestas… será divertido. Puse un vídeo en el que salía una chica, una transexual y un chico enrollándose. Mi novio se levanto de la mesa y se fué. Estaba muy cachonda, me bajé los leggins y me quedé en tanguita. Ella lo apartó a un ladito y empezó a acariciar mi rajita mientras veíamos el vídeo. - Yo: Dejame ver tu polla Hizo un striptease delante de mí. Era muy guapa. Su culo me impresionó. Llevaba un tanguita rosa y por delante no se le notaba nada. - Yo: Dónde la escondes? Se quitó el tanga, abrió las piernas y apareció ante mí un pene precioso. Era grande pero delicado, que miraba desafiante el cielo. Más grande que la de mi novio. Sin lugar a dudas un buen pollón. Empecé a chuparlo con dedicación. Que rico! Tenía la piel muy suave y los pezones pequeñitos y duros. A medida que los mordisqueaba más me mojaba. Me comió la almeja como nadie lo había hecho, con unos lengüetazos húmedos sobre mi ano. Nunca había sentido esa sensación. - Folla mi culito, es virgen, con cuidado.- le dije. Me dio un masajito con una crema alrededor de mi agujerito y noté como entraba un dedo… dos… y tres. Luego metió la punta de su capullo rosado en la entrada de mi culo y me penetró. Eso me dolió, pero empezó a moverse y poco a poco el dolor se transformó en placer. Me estaba enculando encima de la mesa del comedor y ví a mi novio pajeándose en el umbral de la puerta. - Él: Puedo pasar? - Yo: Si pero no tocar… bueno…sí quieres participar, le tendrás que comer la polla… Sacó la polla de mi culito y se la ofreció a mi novio. Fue una pasada ver como mi novio chupaba una polla. Me gustaba verlo degradado de esa manera. - Yo: Quien la chupa mejor? - Ella: Él. Se nota que hace tiempo que lo desea y sabe como está mas rico. Entonces cogí su cabeza y la empujé contra la polla de ella, quería que se ahogara, en sus vómitos. Ahora resultaría que la chupaba mejor que yo. - Yo: Dos años juntos y al final resulta que eres un chupapollas. Pues ahora te van a follar tu culito, lo que siempre me habías querido hacer a mí. No dudó un instante, mi novio se puso a cuatro patas dejando su culo abierto ante nosotras. Ella cogío el bote lubricante. - Yo: No, a pelo, que aprenda! Le metió la polla hasta al fondo de una tacada. No dijo palabra. Se notaba que lo estaba gozando. Yo empecé a tocarme y a comerle los huevos a ella. Luego obligué a mi novio a que probara mi culito. En el sexo convencional era bastante normalito pero en estos temas se le notaba muy implicado. - Me voy a correr.- dijo Recogí toda su lechita en mi mano y se la hice chupar mientras aún le enculaban. - Cométela que ya verás como te gusta. No es lo que me dices a mí? Lo lamió como una putita. Luego lo aparté y le dije que era mi turno. Me encanto lo bueno que se sentía dentro de mi culito mientras yo acariciaba mi clítoris. Me corrí varias veces. Cuando ella se iba a correr mi novio y yo nos pusimos de rodillas y le empezamos a devorar la polla como dos carnívoros que se pelean por un trozo de carne. Se corrió abundantemente sobre nuestras caras. Luego nos duchamos los tres y nos despedimos con sendos besos profundos en la boca. Al día siguiente mi novio y yo dejamos de ser pareja. Aún sigo quedando con ella y me hace sentir más mujer que ningún hombre con los que he estado. Desde entonces sólo me acuesto con transexuales. Mi novio, sospecho que hace lo mismo que yo. Espero que os haya gustado.
votar

1 comentario: