jueves, 23 de mayo de 2013

Por fin salí a bailar como una señorita y a ligar




Por fin salí a bailar como una señorita y a ligar


En fin, estaba loca por salir a bailar, y después de mi experiencia al salir de compras, estaba mas tranquila y sabía que si me veía guapa y femenina, estaría mas segura de mi misma. Por eso preparé todo con mucha ilusión, desde la duchita y las cremitas corporales, para tener una piel suavecita como la de un bebé, hasta el último detalle, para sentirme mas delicada y femenina que nunca.



Primero me decidí por una braguitas de encaje con florecitas y un sujetador a juego; tengo que decir que apenas tengo teticas, nunca me he hormonado (creo que empezaré pronto), pero si tengo unos pequeños pechitos naturales (supongo que será por mi poca testosterona), que realzo con relleno. De todas formas, no me gusta ser tetona, prefiero algo mas delicado y adolescente. Como iba a ponerme un vestidito corto mas ajustado que la falda, también me puse un corpiño para meter la tripita y realzar el culito. Además, era de los que sirven de ligueros, con lo cuál me pondría medias con ligas, que me excitan mucho como a todas.

Me puse unas medias color crudo, para dar un toque de bronceado a mis piernas y que iban mejor con el vestido que elegí para la noche. Era un vestido de fiesta por encima de la rodilla, vaporoso, azul celeste con florecitas rosas (siempre el rosa, me encanta) con un escote de pico, para mostrar mis encantos; era abierto en la espalda, y se ajustaba a la cintura con una cinta y unos lazos (los lazos son ideales en cualquier niña). Las sandalias de tacón eran doradas, de tiras y cogidas al tobillo, que por cierto los tengo muy finos. Me siento muy cómoda con ellas. Por supuesto los complementos, como pendientes, pulseras, anillos, collar y diadema (me gustan muchísimo las diademas, son ideales) también eran dorados, así como el bolsito a juego con los zapatos.



En cuánto al maquillaje, por la noche hay que ir un poco más maquillada, por lo que me decidí por una sombra de ojos violeta con reflejos dorados, eye-linner negro alrededor y un poco mas de rimmel, para tener una mirada cautivadora. La boquita, siempre rosa, aunque ahora un poco mas intenso. Y así de arregladita...¡a bailar!



Después de tomar algo con mi amiga Carolina en una cafetería, fuimos a la disco y allí me presentó a 2 chicos, de unos 30 años, altos, educados y de buen ver. Se llamaban Carlos y Eduardo. A mi enseguida me gustó Carlos, era de Málaga e informático; yo creo que también le hice tilín-tilín, por la forma en que me trataba, con delicadeza y dulzura (me encantan que me traten así, como a una dama). Después de bailar sueltos en la pista, me pidió bailar juntos, acepté y empezamos a bailar agarrados. Enseguida sentí sus brazos a mi alrededor y fue una sensación única, nuestra cuerpo se rozaban, yo deseaba que me apretara contra él y la verdad es que me resistí poco. De pronto, me besó en la frente y mi cuerpo se estremeció; lo besé dulcemente en los labios y me apretó contra su pecho, a la vez que nos besamos apasionadamente en la boca durante un tiempo que me pareció eterno, el roce de sus manos varoniles sobre mi vestidito fue maravilloso, sentía que estaba flotando.

Me di cuenta que se le estaba poniendo durita por debajo del pantalón, y a mi también por debajo del vestidito, humedeciendo mis braguitas. Así, que me disculpé para ir al baño, de esta forma pude recomponerme un poquito, ocultando mi pollita un poco mas con un salvaslip, de forma que pareciera un coñito; de todas formas, no quería que me lo tocara hasta que yo lo decidiera, debería estar muy preparada por lo que pudiera pasar.

Tengo un truco para cuándo un chico descubre que tienes pene, y es sencillamente que lo vea cuándo se la estas chupando y se la has puesto super dura, así no protesta ninguno e incluso les encanta la sorpresita. Después de hacer pis, sentada por supuesto como siempre lo hago, me retoque el maquillaje, me ajusté la melena, me puse ante el espejo de cuerpo entero, me vi espléndida y volví a la pista mas segura de mí misma que nunca.

Cuándo llegué junto a él, me cogió de la mano, me abrazo y me besó de nuevo, mientra me susurraba al oído que quería que fuéramos a su casa a seguir la "fiesta"; realmente estábamos ambos excitadísimos, él por follarme y yo por comerle la polla y que me penetrara vestida y con los tacones, mmmmmmmmmmmmm...



Y nos fuimos a su casa, también se vivieron mi amiga Carolina y Eduardo, que estaban tan calientes como nosotros. Y así empezó todo, pero la noche de pasión os la contaré otro día.

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