sábado, 15 de diciembre de 2012

MI IMAGINACION



transexuales

En la cuidad donde vivía en la noches había travestis en la calles del centro que andaban buscando clientes. A mí siempre me había dado curiosidad estar con uno de ellos. Había visto algunos que no tenían nada que envidiarles a las mujeres más bellas que yo conocía. Se notaba que dedicaban mucho tiempo a su arreglo personal y que cuidaban su cuerpo con mucha dedicación.
Varias veces después de salir del antro había pasado por las calles del centro en las que yo sabía que estaban los travestis, y cada vez me excitaba mas de verlos.
Una noche después de salir de un antro andaba supercaliente. No había podido ligar nada ni había conocido a nadie. Me dirigí a las calles a ver a los travestis en la calle. Me había tomado algunos alcoholes así que andaba medio desinhibido, en eso vi un travesti con una microfalda que se veía buenísimo/a, no me contuve mas y dije “chingue su madre, vamos a probar”.
Me orille en el carro hacia donde estaba parado y el inmediatamente se acerco. Llevaba tacones altos y caminaba como modelo en pasarela. Traía una faldita volada que dejaba ver sus piernas larguísimas con medias de malla y un culo impresionante. Un top que dejaba ver su ombligo con un piercing y una tetas perfectamente redondas y duras. Tenía el cabello largo de anuncio de shampoo, y una cara que nunca te imaginarias que era de un hombre.
Me dijo: “Hola guapo, te quieres divertir?”. Al ver ese espectáculo de “mujer” no lo pensé dos veces y dos segundos después estaba ya adentro del carro y nos dirigíamos a un motel cercano.
En el camino toque sus piernas duras como de bailarina y suaves. Subí un poco mi mano hacia su entrepierna, no podía creer que este era un hombre, quería estar seguro del sexo de esa persona. Entre las piernas sentí su pene completamente aplastado hacia su periné y los testículos aplastados por el bikini que traía puesto. Mi excitación estaba al máximo. Mi verga quería salir del pantalón. Al sentir que le toque el pene, el también dirigió su mano hacia mi verga y la empezó a acariciar por encima del pantalón. “Estas bien caliente a verdad, papito?” Me dijo. Con sus caricias poco falto para que me viniera ahí en el carro.
Llegamos al motel. En cuanto entramos en la habitación yo me senté en la cama y él se puso de espaldas hacia mí, apoyo su pie en una silla y se quito los zapatos, la falda y las medias. Yo podía apreciar perfectamente su culo de concurso y sus maravillosas piernas. Volteo muy despacio y me dijo: “Que!!! No te vas a quitar la ropa mi rey?”. Inmediatamente me quite el pantalón y los bóxers, dejando libre mi dura erección que clamaba por atención. El se acerco inmediatamente, me empujo para que me sentara en la cama sin darme tiempo de quitarme la camisa. Sin pensarlo dirigió su boca a mi verga y me empezó a dar una de las mejores mamadas de mi vida. Tuve que empujar su cabeza para que saliera mi glande de sus labios antes de que hiciera que me viniera.
Me quite la camisa y me puse un condón. El se quito el bikini y se acerco había mi de espaldas. Hizo que mi pene quedara entre sus nalgas y empezó a mover la cadera hacia arriba y hacia abajo como masturbándome con sus cachetes. Me separe un poco y dirigí la punta de mi verga hacia su ano. En cuanto mi glande hizo contacto con su hoyito el empujo su culo hacia mi haciendo que toda mi verga entrara de un golpe. La sensación fue sorpresiva. Sentí el culo caliente y lubricado que apretaba todo mi pene de una vez. Desde el momento que literalmente devoró todo mi miembro empezó a gemir con un tono extremadamente sensual y a mover todo su cuerpo hacia mí.
Yo no podía moverme, primero por la sorpresa y luego por la manera en que ese culo se estaba tragando mi pene; no hay otra manera de describirlo. Rodee su cadera con una mano y pude por primera vez tocar su verga bien dura y parada. Tenía un tamaño decente más o menos como la mía y estaba mojada con líquido preseminal. Con la otra levante su top para liberar sus tetas y masajearlas. No lo podía creer, me estaba cogiendo a la vieja mas buena que me podía imaginar y al mismo tiempo estaba agarrando la primera verga de mi vida que no era la mía. La sensación vaya que me gusto.
Después de un rato de estar así sentí que faltaba poco para venirme, con esa licuadora frente a mi no iba a aguantar mucho. Le dije que cambiáramos de posición. El se acostó boca arriba en la orilla de la cama. Ahora pude ver su verga parada en todo su esplendor y sus tetas jugosas apuntándome.
Siguiendo su ejemplo, apunte mi verga hacia su culo y de un golpe se la deje ir toda con todo mi peso sobre él. Sus piernas abrazaban mi cadera mientras se la metía lo más profundo que podía. Con una mano detenía una de sus piernas hacia un lado. Con la otra le jalaba la verga y con la boca chupaba sus pezones uno tras otro. El me decía “si papito, dámela toda, así, así…”, y seguía con sus jadeos que ni en un película porno había odio.
Yo seguía jalando su verga cuando me dijo: “me vengo, me vengo!!!!!!!” Y sentí como su verga se ponía mas dura y empezó a salir su leche caliente y espesa. Me gusto sentir como se contraía su tolete al estar aventando chorros de semen, me gusto sentir como su ano se contraía con cada chorro que salía de su verga, y me gusto ver su cara de éxtasis total. Con esto no necesite mas para también venirme yo dentro de el. Con cada contracción de mi verga dentro de su culo él se estremecía como si siguiera viniéndose todavía. Cuando termine de venirme me quede un momento quieto con toda mi verga dentro de su culo disfrutando el momento. Luego le mame las tetas, con mi verga todavía dentro. En una sus tetas había caído un chorro de su semen y me lo comí cuando se las mame. Esa fue la primera vez que probé el semen y el sabor aunque extraño no me disgusto. Me deje caer sobre él y nos quedamos así un rato mas antes de vestirnos e irnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario