viernes, 16 de noviembre de 2012

ENLOQUECIDO CON NATASHA

transexuales


Mientras ella estuvo en el baño, yo me quedé mirando una película porno, en donde dos travestis jugaban con un tipo, el cual terminó chupando una pija y ensartado por el culo. Hice todos los esfuerzos por no tocarme y no acabar, y en eso llegó ella.
Les recuerdo que Natacha tenía pelo largo de negro intenso, suave, una cara preciosa, ojos grandes de color verde, nariz pequeña y respingada, boca breve pero con labios carnosos, senos redondos, duros, con pezones bien marcados, cintura delgada, una cadera soberbia y un culo firme, bien salido, sostenido por unas piernas finas, largas, hermosas…
Entonces, al verla, caminando lentamente hacia la cama, moviéndose como una víbora, sin poder evitarlo, desde mi verga al palo comenzó a saltar mi leche.
La miré entristecido, pero con bronca hacia mi. ¡Por la calentura que tenía, había acabado sin coger! Ni siquiera placer sentí, sólo alivio. Sin embargo, ella se sonrió y me dijo:
Amorcito, tranquilo, es normal; y mejor que hayas largado la leche acumulada, ahora vamos a disfrutar bien; vas a ver que vas a acabar tres veces más…
¿Si?, ¿entonces no me vas a echar?, pero mirá como se me está bajando…
La lechada que me había salido estaba sobre mi vientre. Y entonces Natacha se tiró encima mió y empezó a lamerme la leche y luego refregó su cuerpo ardiente sobre el mío, y con el semen que había juntado fue a mi boca, me hundió su lengua que parecía una morcilla y me pasó su saliva y mi leche. Me encantó, me enloqueció. Su lengua no paraba de moverse y ese calor y los líquidos que se revolvían en mi boca hicieron que la pija se me pusiera dura de nuevo…
- ¿Viste?, te dije, vamos a cogernos toda la noche amorcito…
- ¡Vos sos mágica!, adoro cogerte, hermosa!,
Entonces se dio vuelta y fue hacía mi pija, comenzó a lamerla, a pasarle la lengua por todas partes, por los huevos, hasta que llegó al glande y con su lengua jugaba en el agujerito, haciéndome delirar. Luego volvió a mi boca, metiéndome su lengua gorda y caliente, llena de mis líquidos y su saliva, hundiéndomela hasta el paladar; me la revolvió adentro, y los dos teníamos las caras mojadas, y su lencería estaba mojada también, y ya olíamos a sexo.
Sentía a Natacha apretándose contra mi cuerpo y frotándose como una gata, aunque esta tenía tetas y una pija parada; los dos sudábamos, y se incorporó sobre sus rodillas, miró mi pedazo duro y parado como un poste y me dijo
¿Y vos te ibas a hacer la paja con tremenda pija que tenés?, no la desperdiciés, por más hermoso que sea pajearse, ese pedazo tiene que ir a otra parte…
Y así, sin darme tiempo a nada, se corrió el baby doll de su culo y sentó sobre mi verga y comenzó a meterla en su agujero caliente y mojado. Estaba frente a mí, y sacó su pija, y se la agarré y empecé a pajearla, cada vez más fuerte, mientras sentía como me llegaba otro orgasmo. Exploté dentro de ella, y ella se movió para arriba y abajo, logrando que sus chorros de leche cayesen sobre mi vientre y pelotas, hasta que un chorro de su semen saltó sobre mi pecho y embardunó mi mano derecha. Natacha salió de mi pija, se quitó toda la lencería, excepto las medias, y volvió a refregarse contra mi cuerpo.
Eramos un asco hermosamente lujurioso, nuestros jugos y sudores nos mojaban y pegoteaban, y lo más hermoso era sentir su pija chocar contra la mía.
Y las dos pijas se pusieron duras de nuevo!.
Natacha se recostó a mi lado, con su verga parada y durísima, luciéndola orgullosa, y agarró la mía con sus dos manos morenas, y me la apretaba y soltaba, diciéndome: “adoro tu pijota, agarrame la mía, sentila dura y caliente, amasijámela, pajiámela, quiero que me hagás acabar y empastarte de acabadas mías, que me hagás saltar la leche!”
En eso estaba, cuando me sacó la mano, se arrodilló sobre las sábanas húmedas y me preguntó:
- ¿Querés sentirte macho y puta?
- No creo que me guste que me la metas…
- Bueno, esa idea ya vas a cambiar, pero ahora te propongo otra cosa; ¿te gustan las tanguitas?
- Claro!
- Te voy a dar una de una amiga, que es más caderura que yo. Te la vas a poner y vas a sentir que lindo es!
Entonces sacó del cajón de la mesita de luz una tanga de color negro, de seda; por delante apenas tenía un triángulo del tamaño de un paquete de cigarrillos, y por detrás era un hilo. Estaba tan excitado que me la puse. Mi pija saltó al costado, y sentía que la tira trasera se metía en mi culo.
- Ahora camina, trata de mover el culo, me ordenó
Y lo hice, y me dio mucho placer, la seda contra la pija y el hilito metido en mi culo me hacían sentir una puta!
- Tenés una hermosa cola! Sabés qué? Arrodillate al costado de la cama…
Natacha se sentó al borde y abrió sus piernas y su pija estaba como un palo, palpitante, hermosa
- Sacá la cola para atrás, y chupame la pija, me dijo
Y obedecí, y me metí su pedazo en mi boca, y empecé a jugar con mi lengua en su glande mojado, mientras sentía que la tirita de atrás me acariciaba suavemente…

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